Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1212
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Capítulo 1212:
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Freya cambió de humor y dejó de lado el tema, redirigiendo su atención a otra cosa. «Ellis, se supone que debemos obtener nuestra licencia de matrimonio en dos días, ¿verdad?», dijo, con un tono de anticipación en su voz.
Ellis la miró con leve diversión. «Tienes buena memoria».
Freya se inclinó ligeramente hacia delante, con evidente curiosidad. «Tengo que preguntarte algo».
«Te escucho».
Ella lo miró fijamente, con una pregunta cargada de significado. «¿Recuerdas lo que dijiste durante tu propuesta? Mencionaste los tres primeros encuentros entre nosotros. ¿Qué querías decir exactamente con eso?». Esperaba una respuesta sincera.
Ellis decidió dejar que ella resolviera el rompecabezas por su cuenta. —La primera vez giró en torno a mi viejo reloj —dijo con deliberada vaguedad.
¿El reloj?
Su mente volvió inmediatamente a su viejo reloj. ¿Por qué todo seguía volviendo a ese reloj?
Se devanó los sesos, tratando de encontrar alguna conexión, pero no se le ocurrió nada. «¿Cuándo exactamente?».
«Descúbrelo tú misma».
Freya entrecerró los ojos mientras jugaba su carta ganadora. «Si no me cuentas los detalles, Greta y Riley sin duda armarán un drama en nuestro gran día». La amenaza flotaba en el aire entre ellos.
Pero ella había olvidado un detalle crucial: Ellis no era el tipo de hombre que se doblegaba ante la presión.
Ellis la estudió con calma, sin prisas, con una voz que transmitía tanto naturalidad como firmeza. «¿De verdad me estás amenazando?».
«Podría decirse así», respondió ella, sin ceder.
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«Parece que no te importo mucho».
Sus palabras la pillaron desprevenida. ¿A dónde quería llegar?
Insistió, suavizando la voz con fingida decepción. «Ni siquiera recuerdas nuestro primer encuentro».
El hombre era absolutamente exasperante con sus juegos mentales.
Freya sintió que las palabras se le atascaban en la garganta. Al darse cuenta de que no obtendría ninguna respuesta de él, se resignó a resolver el enigma por su cuenta.
Sin embargo, realmente no podía entender cómo un reloj estaba relacionado con su historia. ¿No había sido su primer encuentro cuando él les había dado una charla a ella y a sus amigos sobre su actuación?
Ellis observaba su lucha interna con silenciosa satisfacción. Incluso ahora, recordaba vívidamente aquel primer encuentro: sus habilidades eran un poco rudimentarias, pero tenía el espíritu de una pequeña guerrera feroz y decidida, que irradiaba una energía y una fuerza ilimitadas. Era evidente que carecía de experiencia, pero se comportaba con la confianza de una profesional experimentada. El recuerdo le llenó los ojos de auténtica calidez y le arrancó una risa silenciosa.
Se sentía muy afortunado. Todo el futuro de Freya le pertenecía ahora, y dedicaría su vida a garantizar su seguridad y felicidad.
El 20 de mayo, Freya y Ellis obtuvieron oficialmente su licencia de matrimonio. Después, regresaron juntos a casa. Greta, Riley y el resto de su círculo más cercano ya se habían reunido en su casa, esperando con una emoción que apenas podían contener.
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