El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1447
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Capítulo 1447:
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Carl lo miró y, en ese momento, lo entendió todo. Nate no solo lo estaba saludando, sino que estaba haciendo una declaración: anunciando públicamente su relación con Corrine.
Carl se había aferrado a una pequeña esperanza. Pero el gesto de Nate la había apagado. Después de esa noche, ya no habría más secretos. Corrine y Nate eran una pareja a la vista de todos.
Carl frotó suavemente el mango de su bastón y respiró hondo. —Sr. Hopkins, es usted demasiado amable.
—Usted es el abuelo de Corrine. Es lo menos que puedo hacer, saludarlo como es debido —respondió Nate.
Sus sencillas palabras causaron revuelo.
Nate era el cabeza de la familia Hopkins, el hombre más temido del inframundo de Lyhaton.
Incluso las cuatro grandes familias andaban con cuidado a su alrededor.
Y, sin embargo, ahí estaba, mostrando tanta humildad hacia Carl.
Entre la multitud, Dewey miraba a Corrine conmocionada.
¿Carl era su abuelo? ¿La familia Ford? ¿La más rica de Lyhaton?
¿Qué estaba pasando?
Cuando Kiley se casó con él, ¿no había afirmado ser una huérfana de un pequeño pueblo?
Él incluso había investigado a la familia Ford veinte años atrás. En aquel entonces, no eran nadie. ¿Cuándo había cambiado eso?
Si Corrine era la nieta de Carl Ford, ¿entonces la poderosa jefa del Grupo Ford era ella?
La revelación golpeó a Dewey como un balde de agua helada. Se sintió congelado por dentro.
Pero no era el único atónito. Bruce se quedó inmóvil, apretando con fuerza la copa de vino. Tenía los ojos inyectados en sangre mientras miraba a Corrine.
Ella era la heredera de los Ford. La misma mujer que él creía que venía de la nada.
Bruce sintió como si le hubieran sumergido el corazón en agua helada. Le temblaban los dedos, se le había quedado el rostro pálido y sus pensamientos giraban en espiral, incrédulos.
¿Cómo podía Corrine, a quien siempre había creído de origen humilde, resultar de repente la heredera de la familia Ford? No solo una heredera cualquiera, sino la misteriosa dama adorada por todos los miembros de la familia Ford… y la enigmática líder detrás del propio Grupo Ford.
La misma mujer a la que había abandonado en el altar por Leah. Se le encogió el corazón. El arrepentimiento lo inundó como un maremoto.
Se había vuelto contra Corrine en repetidas ocasiones, todo por Leah. Su abuelo le había rogado que lo reconsiderara, pero él se había empeñado en elegir a Leah.
¿Y ahora? ¿Era el karma o simplemente un destino cruel?
Su rostro se ensombreció. Se bebió el resto del vino y se dio la vuelta.
—Señor Ashton… —le llamó su asistente.
Bruce negó con la cabeza. —No me sigas. Necesito estar solo.
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