El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1441
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Capítulo 1441:
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La comitiva de Nate finalmente llegó.
Matías abrió la puerta y se movió rápidamente hacia la parte trasera.
Un par de zapatos negros de cuero pulido tocaron el suelo, seguidos por una figura alta con un traje perfectamente entallado.
Nate salió con un conjunto negro clásico, el cuello bien abrochado y la corbata perfectamente anudada.
Su atractivo físico atrajo todas las miradas, aunque él no prestó atención a las miradas de admiración. Con calma, se ajustó los puños y extendió la mano.
Una mano delgada y elegante se acercó a él. Corrine salió con un vestido plateado sin tirantes y corte sirena. Sus tacones color nude hacían un suave clic contra el pavimento.
Cuando el organizador del evento se enteró de la llegada de Nate, salió personalmente a recibirlo.
Se sorprendió al ver a Nate de la mano de Corrine.
El organizador sabía algo que los demás ignoraban: Nate siempre había tenido fama de soltero, centrado exclusivamente en su carrera.
Era conocido por asistir a las reuniones sociales solo, sin compañía femenina.
Por eso, fue toda una sorpresa verlo acompañado en esta ocasión.
La mujer que estaba al lado de Nate era alta y esbelta. Su elegancia se veía resaltada por un vestido plateado de corte sirena que se ceñía a su grácil figura, irradiando un encanto sereno con cada movimiento.
Esa noche, el maquillaje de Corrine era discreto pero llamativo, con un delicado delineador alado que realzaba la forma natural de sus ojos. Le daba un encanto del que ella parecía no ser consciente.
Corrine pasó naturalmente el brazo por el de Nate al salir del coche. Al notar su ceño fruncido, le preguntó: «¿Qué pasa?».
«El vestido color champán te habría quedado mejor», comentó Nate, con la mirada fija en su hombro desnudo y una expresión cada vez más seria.
Entre la miríada de más de veinte vestidos, Corrine había elegido el vestido plateado sin tirantes, discretamente colocado al fondo de la selección.
Este vestido, adornado con miles de cuentas cosidas a mano, brillaba bajo diferentes luces, haciéndola parecer una sirena a la deriva en un mar resplandeciente.
Corrine estaba muy contenta con su elección.
El vestido color champán al que se refería Nate tenía una falda voluminosa, una cintura ancha y un escote alto con mangas largas. Le parecía incómodo y demasiado conservador.
Corrine reflexionó sobre el comentario de Nate, sospechando que su sugerencia tenía menos que ver con la moda y más con la modestia.
En ese momento, Mandy se acercó con un chal. «Señorita Holland, tenga cuidado de no resfriarse», le aconsejó.
Corrine miró el chal y luego a Nate. «¡Eres tan estirado!», exclamó, con evidente irritación.
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