El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1436
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1436:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Llevaba un traje blanco y unos rizos que le caían suavemente alrededor de la cara. Su aspecto era como el de un cuadro.
La tenue luz del coche hacía que sus rasgos fueran aún más llamativos. Sus ojos, en particular, eran algo especial: profundos, intensos, como si guardaran los secretos del universo.
El cuello de su camisa estaba ligeramente desabrochado, dejando al descubierto un poco de piel y un tatuaje justo debajo de la clavícula que decía: «Yo soy el infierno».
Parecía un ángel, pero no había duda de la oscuridad que lo rodeaba.
Jonathan cruzó las piernas y jugueteó con el anillo de su pulgar. Su fría mirada se suavizó ligeramente. —Señorita Holland, su ingenio es muy encantador.
Corrine arqueó una ceja. —¿Por eso está aquí?
—No exactamente. Necesito un favor. Solo necesito que se quede en el coche conmigo. Entre treinta y cuarenta minutos. Eso es todo.
Corrine parpadeó.
Era una petición extraña.
Jonathan pareció percibir su duda. Sus labios esbozaron una sonrisa burlona. —Confíe en mí. Quedarse aquí conmigo durante cuarenta minutos es lo mejor que puede hacer ahora mismo.
Ella lo miró de nuevo por el espejo, entrecerrando ligeramente los ojos.
Corrine y Jonathan se quedaron sentados en silencio en el coche.
Al percibir la inquietud de Corrine, Jonathan rompió el silencio. —Si hay algo que te preocupa, pregúntame. Te diré todo lo que sé.
Las palabras tomaron a Corrine por sorpresa.
Teniendo en cuenta la tensa relación entre Jonathan y Nate, no esperaba que él se mostrara tan cordial. Sin embargo, había algo en él que la atraía y la hacía querer creer que era digno de confianza.
Su instinto le decía que podía contar con él.
Con una expresión indescifrable, finalmente habló. —¿Cuánto sabes realmente sobre Nate?
—Para derrotar a tu enemigo, primero tienes que comprenderlo —dijo Jonathan, entrecerrando los ojos lo justo para darle a su expresión un aire astuto, lo que hacía que su mirada, ya de por sí magnética, fuera aún más cautivadora—. No voy a fingir que lo sé todo, pero hay secretos que he descubierto, del tipo que la mayoría de la gente nunca llega a conocer.
El comentario hizo pensar a Corrine.
Secretos.
¿Podrían estar relacionados con las historias que había mencionado Bryant? Eran viejos rencores, enterrados en el pasado. Si el único objetivo de Jonathan era derrotar a Nate, ¿por qué desenterrar el pasado?
A menos que…
Jonathan no solo fuera tras Nate. Quizás fuera tras toda la familia Hopkins.
Esa posibilidad hizo que Corrine se estremeciera.
.
.
.