El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1100
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Capítulo 1100:
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Aunque su tono se mantuvo firme, cada palabra le causó una gran conmoción, dejándola inquieta.
Ralph entrecerró ligeramente los ojos ante la declaración de Nate. Aunque normalmente era una persona tranquila, dejó escapar un ligero gesto de irritación. Volviéndose hacia Corrine, su expresión se ensombreció con una mezcla de desdén y diversión. «¡Ya veremos si realmente puede conservar ese título!».
Convertirse en la matriarca de la familia Hopkins no era tarea fácil.
Nate levantó casualmente su taza de café, con sus delgados dedos envueltos alrededor de la porcelana. Tomó un sorbo lento, saboreando el rico aroma antes de hablar con tono indiferente. «Ese título es suyo y solo suyo».
La inquietud de Ralph se intensificó ante la inquebrantable confianza de Nate. Clavó los ojos en él, con una mirada aguda e inflexible. Pero su paciencia se agotó. Sin decir una palabra más, se puso de pie y salió furioso.
Nate lo vio marcharse, con el rostro impenetrable. Bajó la mirada para ocultar cualquier pensamiento que se le pasara por la mente.
En cuanto Ralph salió del salón, llamó al mayordomo. Su voz era baja, pero firme. —Traiga los registros familiares. Y guarde esto para usted.
El mayordomo dudó un instante antes de asentir. —Entendido.
Poco después, regresó con una caja de madera en las manos, que sostenía con cuidado. Ralph no perdió tiempo. Abrió los registros y recorrió las páginas con la mirada. Entonces lo vio: el nombre de Corrine, justo al lado del de Nate.
¡Por eso Nate había hablado con tanta certeza!
El mayordomo miró por encima del hombro y se quedó paralizado por la sorpresa. —El nombre de la señorita Holland… ¿Cómo es posible?
Según las tradiciones de la familia Hopkins, y de cualquier familia importante del Continente Independiente, un nombre no podía aparecer en los registros antes de una boda oficial.
Añadir el nombre de Corrine a los registros familiares no solo rompía la tradición, sino que era un insulto flagrante a los ancianos de los Hopkins.
—¿Podría ser que el señor Nate Hopkins…? —El mayordomo vaciló, midiendo cuidadosamente la reacción de Ralph. Su voz denotaba incertidumbre—. Pero siempre ha sido disciplinado y respetuoso. ¿Por qué haría algo así? —La sugerencia tácita era clara: Corrine debía de haber utilizado su influencia para convencer a Nate.
Ralph cerró los registros de golpe y los arrojó sobre la mesa con una risita ahogada. Sus ojos brillaban con algo indescifrable mientras miraba al mayordomo. —No es el único que está rompiendo las reglas.
La expresión del mayordomo se tensó. —¿Se refiere a… su esposa?
Ralph exhaló, con un tono de resignación en la voz. —Evelyn me está presionando para que reconozca a Corrine como la futura esposa de Nate.
Durante años, la tensión entre la familia principal y las ramas colaterales había estado latente bajo la superficie, aunque todos fingían mostrar un frente unido. El papel de matriarca de la familia Hopkins era un premio por el que muchos habían luchado.
Formar una alianza con otra familia poderosa era una forma inteligente de reforzar la influencia de la familia principal. Ganarse el apoyo de la familia Quinn habría sido una gran ventaja.
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