Deja que te lleve el corazón - Capítulo 298
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 298:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Zaria, presa del miedo, apenas podía mantenerse en pie, con las piernas temblorosas.
Lorenzo se volvió hacia Norene y le preguntó: «Norene, ¿podrías pedirle a tu tío que te preste 150 000?».
«Bueno…», Norene se detuvo, visiblemente indecisa, lo que solo sirvió para irritar a Lorenzo. «Entonces me encargaré yo mismo».
Mientras Lorenzo marcaba los números en un intento por conseguir un préstamo, Gracie observaba sin mostrar ni una pizca de empatía.
Después de todo, esa era la decisión que había tomado en su momento.
Finalmente, Lorenzo terminó sus llamadas.
Zaria miró a su hijo con ojos esperanzados. —¿Cómo ha ido, Lorenzo? ¿Has conseguido el dinero?
La expresión de Lorenzo se ensombreció.
La mayoría de las llamadas habían sido colgadas inmediatamente o habían recibido excusas, una reacción a la noticia de su reciente descenso de categoría.
«Solo he conseguido cincuenta mil».
Al oír las palabras de Lorenzo, Zaria se puso nerviosa. «Lorenzo, con todos tus contactos, ¿no puedes pedir prestados ni siquiera 150 000?».
Lorenzo negó con la cabeza, impotente. «Se ha corrido la voz de mi descenso».
La frustración de Zaria estalló. —¡Bah, son unos snobs! Se te echan encima cuando estás en la cima, pero desaparecen en cuanto tropiezas.
Luego dirigió su mirada esperanzada a Norene. —Norene, me equivoqué antes. ¿Podrías encontrar una forma de conseguir el resto del dinero?
Una chispa de astucia brilló en los ojos de Norene.
«Zaria, no es que no quiera ayudarte. Los activos de mi tío están invertidos en negocios a los que no se puede acceder fácilmente. Pero Gracie podría ayudarnos. El otro día, Lorenzo y yo la vimos en un Bugatti, ¡un coche que vale más de un millón!».
De repente, todas las miradas se centraron en Gracie.
Una mirada gélida cruzó el rostro de Gracie. «¿Qué miran todos?».
Zaria respondió con una sonrisa aduladora: «Gracie, sabes que siempre he sido buena contigo. Ahora mismo necesitamos ayuda. ¿Podrías prestarnos algo de dinero?».
Sigue leyendo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç◦𝓂 antes que nadie
Con una leve sonrisa, Gracie respondió: «Por supuesto». Sus rostros se iluminaron con alivio.
Cuando Gracie metió la mano en el bolso, Barlow intervino. «Gracie, no olvides cómo te trataron antes. ¿Por qué ayudarlos ahora?».
Zaria reaccionó con irritación ante su interrupción. «El dinero no sale de tu bolsillo. ¿Por qué la detienes? Además, como abuela de Paulina, es perfectamente razonable que Gracie me ayude. Incluso enviar dinero sería totalmente apropiado».
Gracie le lanzó una mirada a Barlow que calmó sus preocupaciones.
Solo entonces Barlow dejó de persuadirla.
.
.
.