Vuelve conmigo, amor mío - Capítulo 979
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 979:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Joelle eludió la pregunta. «¿Qué tiene eso que ver con la situación actual?».
Hooper la amenazó: «Si no aceptas, me temo que no volverás a ver a tus dos hijas».
Joelle entrecerró los ojos, con una mirada desafiante. —¿Me estás amenazando?
—Solo quiero invitarte a conversar.
Joelle preguntó: —¿Te atreves a cambiar mi vida por la de Ryland?
Se mantuvo firme como una leona defendiendo a sus cachorros, con una mirada ardiente clavada en Hooper.
Este dudó un instante, desconcertado por la fuerza de su instinto maternal. El viento nocturno traía frío y el uniforme empapado de sudor se le pegaba a la espalda, obligándolo a respirar hondo y a recuperar la compostura. La miró fijamente sin pestañear, luego metió la mano en el bolsillo y sacó una fotografía amarillenta.
—Yo también tenía una familia, pero ahora ya no están, todos han muerto. La foto era un retrato familiar de él, su esposa y su hija.
Joelle sintió un nudo en la garganta al sentir cómo las emociones afloraban. La niña parecía tener solo seis o siete años. Los bordes de la foto estaban desgastados y los colores desvaídos delataban una pérdida sufrida hacía mucho tiempo.
—Sra. Miller, no tengo otra opción. Sacrificaría a Ryland si eso significara salvar a muchos otros.
Antes de que Joelle pudiera responder, Hooper hizo un gesto a sus hombres. Estos la agarraron por los brazos y la arrastraron hacia el coche que los esperaba.
Antes de que Hooper pudiera ponerse en contacto con Adrian, este ya se había dado cuenta de la desaparición de Joelle y había averiguado su paradero.
Cuando irrumpió en la comisaría, su furia era palpable. Sin dudarlo, Adrian abrió de un golpe la puerta del despacho de Hooper, lo agarró por el cuello y lo sacó de la silla.
—¿Se ha vuelto loco?
—Miller, cálmese, por favor. La señora Miller está perfectamente a salvo aquí.
—¿A salvo? —Adrian dio un puñetazo en la mesa, con las venas hinchadas por la furia contenida—. ¿Qué tal si te saco de la cama en mitad de la noche y vemos lo «a salvo» que te sientes?
Hooper no se inmutó. —Si hubieras accedido a cooperar cuando te lo pedí amablemente, nada de esto habría sido necesario.
—Ahórrate las excusas. Ese es tu problema. Devuélveme a mi mujer ahora mismo.
—Te cambio a Ryland por tu esposa. ¿Aceptas? —Hooper entrecerró los ojos, con un brillo peligroso en ellos.
Adrian se quedó paralizado por un momento antes de soltar una risa burlona. Soltó a Hooper y dio un paso atrás deliberadamente, mientras escudriñaba la habitación con desprecio—. ¿De verdad crees que te llevará obedientemente a la montaña?
Por supuesto, Hooper sabía que Ryland podría no cooperar. Pero no quería considerar esa posibilidad. Este país había sido azotado por convulsiones durante demasiado tiempo. Quería aferrarse a cualquier esperanza que pudiera encontrar.
.
.
.