Vuelve conmigo, amor mío - Capítulo 943
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Capítulo 943:
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Lucas lo pensó. —Quizás un poco. Pero al fin y al cabo, os considero a las dos como mi familia. Aparte de la familia, nadie puede amar a otra persona incondicionalmente».
Molly no respondió. Se quedó atrás, con los pies pisando la sombra de él. Pero, a medida que él avanzaba, su sombra se desplazaba, siempre fuera de su alcance.
Dunn acababa de terminar un experimento con drogas para un compañero de clase de último curso y salía del laboratorio. Se quitó las gafas protectoras y miró su teléfono. Entre un aluvión de mensajes sin leer, uno de un número desconocido llamaba la atención.
«Dunn Finch, ¿verdad? Soy la hermana de Aurora Watson. Me ha dicho que no le gustas, así que déjala en paz y deja de intentar hacerte el héroe».
Las duras luces fluorescentes del techo parpadearon al apagarse una a una, y el pasillo se volvió oscuro y vacío.
Dunn echó un vistazo y el mensaje se grabó en su memoria. Guardó el teléfono en el bolsillo, sacó un paquete de cigarrillos de un cajón y salió.
Pasó junto a Lynda, que abrió la boca para llamarlo, pero él ya se había ido antes de que pudiera decir una palabra.
Mientras exhalaba, su teléfono volvió a vibrar: era un mensaje de Aurora, en el que le comunicaba los resultados de sus exámenes.
La noticia merecía una celebración, pero Dunn dudó. Quería responder, pero todas las palabras que se le ocurrían le parecían insuficientes.
Sus palabras de antes, que no le gustaba, resonaban en su mente. Podía creer fácilmente que lo había dicho para proteger su relación del escrutinio de su familia.
Pero Dunn exigía más. No solo quería amor, sino certeza, pura, inquebrantable y sin divisiones.
Cuando Aurora rellenó sus solicitudes para la universidad, Joelle y Adrian todavía estaban en el extranjero.
Con su portátil en la mano, Aurora se reunió con Dunn en la biblioteca pública. Dunn llegó perfectamente preparado. Después de revisar las notas de Aurora, le había preparado varias opciones universitarias.
No conocía los intereses específicos de Aurora, así que analizó las perspectivas profesionales de cada carrera e incluso creó una detallada presentación en PowerPoint.
Aurora escuchó con atención, pensando que sería una falta de respeto no hacerlo, dado el esfuerzo que Dunn había puesto en ayudarla.
En realidad, no era necesario consultarle sobre sus solicitudes. Su objetivo siempre había estado claro: Ingeniería Farmacéutica en la Universidad de Dugruayae.
Quería seguir los pasos de Dunn.
A mitad de su explicación, Dunn se dio cuenta de que Aurora tenía la barbilla apoyada en la mano y la mirada fija en la pantalla.
Le dio un golpecito en la frente con la punta del bolígrafo. —Presta atención.
Aurora se frotó la frente con una sonrisa avergonzada. —Lo siento, continúa.
Dunn, que casi había terminado su presentación, cerró el portátil con un clic decidido. «Con tus notas, las mejores universidades deberían estar contactando contigo para ofrecerte una plaza».
Aurora sintió una punzada de culpa al oír sus palabras.
El rector de la Universidad de Dugruayae ya la había visitado antes de los exámenes de acceso a la universidad. Ella solo estaba allí como excusa para ver a Dunn.
«Quizás no tienen mi dirección. No la damos libremente», dijo con una risa débil.
La mentira le pareció torpe y estaba segura de que Dunn se había dado cuenta, pero él decidió no decir nada.
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