Vuelve conmigo, amor mío - Capítulo 1109
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Capítulo 1109:
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Era un dibujo de una niña pescando a la orilla del lago, con su silueta recortándose elegante contra el agua brillante. Por el color distintivo de su vestido, Molly reconoció a Aurora al instante. Lucas había estado mirando a su hermana a escondidas toda la tarde.
—¿Estás dibujando a mi hermana a escondidas?
No le dio mucha importancia, solo lo consideró otro descubrimiento divertido. Lucas, sin embargo, se sonrojó, y el rubor se extendió desde el cuello hasta la raíz del cabello. —¡Deja de decir tonterías!
—¡Déjame ver!
—¡No!
—¡Eres tan tacaño!
Se alejó unos metros, caminando deliberadamente despacio, esperando oír el familiar sonido de Lucas persiguiéndola. Pero solo hubo silencio.
Cuando se dio la vuelta, lo vio recogiendo cuidadosamente el dibujo. Aurora salió del lago y Lucas se apresuró a ofrecerle su ayuda.
Ese momento, recortado contra la puesta de sol carmesí, quedó grabado en la retina de Molly.
Por primera vez, un destello de resentimiento hacia Aurora se encendió en su corazón.
Sentía como si Aurora le hubiera arrebatado sin querer su amistad más preciada.
El verano siguiente, Lucas volvió a visitarla.
Rebosante de entusiasmo, Molly le mostró su cuaderno de dibujo. «¡Mira! Yo también he empezado a aprender a dibujar. Mi profesora dice que tengo mucho talento».
Lucas, distraído…
Le revolvió el pelo antes de reanudar su apasionante conversación con Aurora sobre la facultad de medicina.
Molly se retiró a su habitación. Rompió los dibujos que había creado con tanto esfuerzo y se derrumbó en el suelo, abrazándose con fuerza y llorando sin control.
No era que Aurora hubiera alejado deliberadamente a su mejor amiga.
Era que la mirada de su mejor amiga nunca se posaba realmente en nadie más que en Aurora. No era culpa de Aurora. Esta verdad resonaba en su interior. Siempre lo había hecho.
Pero, aun así, ella seguía queriendo ser la mejor amiga de Lucas para siempre.
A medida que maduraban, las visitas de Lucas se hicieron cada vez más escasas.
Eso era aceptable. Molly decidió que, si él no iba a ella, ella iría a él.
Por primera vez en su protegida existencia, se embarcó en un viaje internacional en solitario. Toda su familia se reunió en el aeropuerto para despedirla.
«No pasa nada, no os preocupéis. ¡Rafael y Allie me cuidarán allí!», comentó con fingida indiferencia.
Adrian le revolvió el pelo. «No les causes problemas».
«Lucas está ocupado con sus estudios. No le molestes demasiado», le recordó Joelle con preocupación maternal.
Aurora y Dunn le habían deslizado discretamente dinero extra para gastos. «Si pasa algo, llámanos. Iremos a buscarte enseguida».
Ryland, con su habitual ceño fruncido, refunfuñó: «Oye, no te pierdas cuando llegues allí».
Molly les dio las gracias a todos antes de despedirse con la mano.
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