Vuelve conmigo, amor mío - Capítulo 1072
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Capítulo 1072:
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Había cruzado una línea invisible, quemando puentes a su paso. Sin embargo, no podía arrepentirse, no cuando la libertad de su padre estaba en juego.
El tiempo se alargaba como la miel mientras lo observaba, hasta que, finalmente, sus oscuras pestañas temblaron contra sus mejillas.
—Buenos días, Ryland —ronroneó ella, esbozando una sonrisa juguetona a modo de armadura.
Ryland se incorporó, frotándose los ojos para quitarse el sueño, mientras la realidad se instalaba en su mirada como una espesa niebla.
La noche había sido electrizante, incluso mágica. Pero la mañana trajo consigo una maraña de emociones para las que ninguno de los dos estaba preparado.
Por un instante, el arrepentimiento amenazó con abrumarlo. Si tan solo hubiera encontrado la fuerza para resistirse anoche, no estarían ahogándose en esta resaca emocional.
Amanda leyó su silencio como un libro escrito en su lengua materna, cada palabra no dicha era cristalina.
El susurro de la tela llamó su atención mientras Amanda recogía su ropa esparcida.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó él.
—Lo de anoche fue puro impulso. No tienes por qué cargar con ningún peso. Me voy —respondió ella.
Sus pensamientos se detuvieron en seco. —Nunca he dicho que no fuera a asumir mi responsabilidad.
Ella soltó una risa amarga. —¿Y cómo piensas hacerlo exactamente? ¿Qué somos ahora?
El silencio se extendió entre ellos como un abismo mientras Amanda se abrochaba el sujetador con manos firmes. —Tranquilo, no te molestaré.
Mientras recogía sus últimas pertenencias y se daba la vuelta para marcharse, el pánico se apoderó de él. —¡Espera, Amanda!
Podría haberse puesto los pantalones fácilmente y enterrar la noche en la negación. Una ruptura limpia, sin ataduras, sin complicaciones.
Pero verla alejarse era como ver cómo se marchaba su alma.
Ella lo había perdido todo.
Su caída en desgracia había sido espectacular: de cobrar 2000 dólares la hora como psicóloga de prestigio a sobrevivir con el salario mínimo. De heredera privilegiada a superviviente sin hogar, durmiendo a la intemperie bajo un puente.
Sin embargo, nunca le había hecho daño. Al contrario, seguía siendo un ejemplo de optimismo y determinación, y se preocupaba por él incluso cuando no le quedaba nada que ofrecer.
La lucha interna se reflejó en el rostro de Ryland antes de que se decidiera.
—¿Por qué no eres mi novia? —preguntó.
Amanda se quedó paralizada, con una expresión de incredulidad en el rostro.
El valor de Ryland vaciló y apartó la mirada. —No importa si no te interesa.
Amanda se señaló el pecho con el dedo. —No puedes hablar en serio. Te llevo muchos años, los suficientes como para ser tu tía.
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