Vuelve conmigo, amor mío - Capítulo 1011
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1011:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Parecía un niño caprichoso pero frágil.
Joelle sentía una gran compasión por él.
Ryland había soportado una vida marcada por la inestabilidad y la pérdida junto a Wade. Había visto morir a Wade; había descubierto que el padre venerado que conocía era una fachada tras conocer a Katie.
Al final, Joelle decidió calmar a Ryland para evitar que se marchara enfadado una vez más.
—¿Podemos hablar de esto cuando vuelva tu tío?
La respuesta de Ryland fue cortante. —Puede que sea mi tío. ¿Y tú qué eres para mí?
Joelle contuvo el aliento. —¿Te lo ha contado Katie?
Con una sonrisa burlona, Ryland preguntó: —¿De verdad me criaste tú?
Joelle permaneció en silencio, un silencio que era una admisión a regañadientes.
Ryland se acercó. «Me acogiste, pero no me cuidaste como debías. No me extraña que mi padre… mi tío me recuperara».
En ese momento, Ryland vio que el mundo era una locura.
La mujer que creía su tía lo había criado como a un hijo, su padre resultaba ser su tío, su tío era en realidad su padre y su madre lo había engañado.
Los pensamientos de Ryland eran un caos.
Algunos nacen como símbolos del amor de sus padres, otros como herederos para continuar el apellido familiar. Independientemente de la intención, cada vida comienza con una esperanza.
Sin embargo, él se sentía completamente innecesario. Nadie lo había querido de verdad.
Las eternas preguntas existenciales: ¿de dónde venía y cuál era su destino?
La historia de toda su vida se había trastocado y le había llevado dieciocho tumultuosos años desentrañarla.
«Ahora, ¿qué esperas de mí? Tienes dos hijas; ¿solo estoy aquí para completar el cuadro con un hijo?».
«¿Cómo puedes verlo así?», respondió Joelle apresuradamente, con evidente agitación. «¿Qué te ha metido Katie en la cabeza? ¡Ryland, piensa por ti mismo! ¡No dejes que los demás te influyan!».
—Entonces déjame escuchar tu versión de la historia —replicó Ryland—. Ella ha contado su versión, ahora cuenta la tuya. Yo juzgaré quién parece más creíble. No he sido más que un peón todo este tiempo. Quienquiera que me reclame, allí iré.
Joelle apretó los puños.
Nubes de tormenta se acumulaban amenazadoramente en el exterior, anunciando un aguacero.
—¿Es tan importante para ti el pasado? Desde el momento en que resultaste herido, tu tío y yo lo arriesgamos todo para rescatarte. Y desde entonces te he criado con nada más que devoción. ¿No deberíamos centrarnos en el presente? ¿Por qué dudar de nuestras intenciones basándote en rumores?
Con un fuerte estruendo, un rayo iluminó brevemente el rostro de Ryland. Una brisa fría envolvió a Joelle, mientras Ryland la observaba con expresión impenetrable.
.
.
.