Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 898
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Capítulo 898:
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¿La calidez y la felicidad que Joyce mostraba entonces eran auténticas o solo una actuación?
Le resultaba difícil discernirlo.
En otro tiempo, creía que entendía a Joyce mejor que nadie.
Ahora se daba cuenta de que nunca la había conocido de verdad.
Anthony observaba impasible la actuación de Joyce, con una leve sonrisa en los labios.
Apartó la mano de Joyce y le acarició suavemente el pelo.
—Sé que empezar un negocio es difícil. Pero ¿te acuerdas? Hace diez meses, cuando redacté ese testamento, me dijiste que no necesitabas el dinero y que querías que dejara mi fortuna a quienes más la necesitaran. En aquel momento, te sugerí que utilizases la herencia para financiar tu negocio, pero tú dijiste…
Anthony suspiró y miró a Belinda, que estaba retransmitiendo el evento en directo con su teléfono.
«Afirmaste que podrías salir adelante por ti misma y que quienes dependían de la asistencia social se encontrarían en una situación desesperada sin ayuda…».
Tras decir esto, Anthony apartó la mirada de Belinda y Dashawn.
Contempló a Joyce, que estaba arrodillada frente a su silla de ruedas, con los ojos brillantes de esperanza y ansiosa por conseguir el dinero.
«Puede que hayas olvidado esas palabras, pero yo no. Así que no deberías enfadarte porque haya donado la herencia a la caridad, ¿verdad? Solo estoy siguiendo tu consejo».
Estas palabras hicieron que la expresión de Joyce se agriara inmediatamente.
Entrecerró los ojos, con un destello de rencor.
Había pensado que asegurarse la herencia de Anthony sería lo último que necesitaría de Belinda.
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Sin embargo, no había previsto que, incluso después de su muerte, Belinda pudiera seguir complicándole las cosas.
Con esto en mente, Joyce se mordió el labio.
—Pero Anthony…
—Señorita Scott. Al ver su expresión obstinada, Dashawn no pudo evitar reírse.
—¿Tan desesperada está por el dinero?
—Los Miller la han acogido y el señor Cox está decidido a convertirla en su esposa —dijo Dashawn con tono sarcástico.
Al pasar junto al equipo de retransmisión en directo de Belinda, una sonrisa astuta se dibujó en su rostro, avivando el revuelo en Internet.
—El señor Anthony Cox siempre quiso que su fortuna beneficiara a los necesitados tras su muerte, una causa verdaderamente noble. Entonces, ¿por qué se interpone en este esfuerzo caritativo? ¿De verdad necesita tanto el dinero?
Joyce se encontró con la mirada condescendiente de Dashawn y apretó los labios.
«Estoy montando un negocio. ¿No es normal necesitar financiación? ¿Acaso usted no tuvo problemas económicos cuando puso en marcha el suyo?», replicó ella.
Dashawn se rió entre dientes, con los brazos cruzados.
—Sí, pero no dependí de los lazos familiares. Todas las inversiones que conseguí fueron gracias a mi propio esfuerzo y persuasión.
Un tono de suficiencia se deslizó en su voz.
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