Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 867
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Capítulo 867:
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Y aunque Hattie ya no estaba viva, su familia seguía allí. Si Kristopher indagaba un poco más, entrevistaba a sus parientes, podría descubrir más sobre el naufragio que ocurrió cinco años atrás. Con este nuevo propósito, los ojos de Kristopher ardían con intensidad mientras miraba a Belinda y Dashawn.
Cuando Mathew se separó de Nawrin, le confió a Kristopher que había encontrado a su salvador. Kristopher se sintió abrumado por la preocupación en ese momento, ansioso por que este misterioso salvador desapareciera antes de que Mathew pudiera reunirse con Nawrin y compartir la crucial noticia sobre su padre.
Sin embargo, Kristopher pronto comprendió que lo que había estado buscando incansablemente había sido descubierto sin esfuerzo.
Belinda podría tener pistas sobre Hattie de hacía cinco años. Impulsado por esta revelación, Kristopher maniobró con entusiasmo su silla de ruedas hacia ella. —Así que la salvadora de la que Mathew ha hablado todos estos años es la señora Acosta.
Dashawn, sin saber cuáles eran las intenciones de Kristopher, retrocedió instintivamente y se colocó delante de Belinda en actitud protectora. —¿Qué piensas hacer?
—No tengo intención de causar problemas —respondió Kristopher, respirando hondo mientras maniobraba la silla de ruedas para rodear a Dashawn y ver mejor a Belinda. Su voz estaba cargada de emoción—. Señora Acosta.
Con la mirada fija en Belinda, continuó: —Quizá recuerde que, en el mismo naufragio en el que rescató a Mathew, Belinda también me salvó en la orilla. Puede que los detalles se hayan desvanecido con el paso de los años, pero quizá el señor Acosta, o sus padres adoptivos, puedan arrojar algo de luz sobre aquel día.
Kristopher miró a Belinda con seriedad. —Señora Acosta, necesito su ayuda. ¿Podría intentar encontrar alguna información sobre el naufragio de hace cinco años? Quizás su marido o sus padres adoptivos recuerden algo de aquella época. Perdí a mi querido padre en aquella catástrofe y realmente necesito la ayuda de alguien como usted, que estuvo allí aquel día».
Su súplica hizo que el corazón de Belinda se encogiera como si estuviera envuelto en plástico.
Nadie podía comprender tan profundamente como ella la desesperada necesidad de Kristopher por descubrir la verdad.
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El día que ella lo rescató en la playa, él había recuperado la conciencia y, aunque estaba ciego, buscaba obstinadamente a su padre en la orilla. Hayden Cox, el padre de Kristopher, había sido su héroe y su guía.
Cinco años antes, Hayden se había mostrado reacio a asistir al evento benéfico en el barco. Sin embargo, Kristopher, joven y aventurero, estaba ansioso por vivir la experiencia de un viaje marítimo. Hayden, siempre indulgente, acabó accediendo a acompañar a Kristopher. Pero esa decisión había conducido a la tragedia.
El naufragio no solo le costó la vida a Hayden, sino que también dejó a Kristopher sumido en una culpa aplastante, creyéndose responsable de la prematura muerte de su padre.
Kristopher finalmente había descubierto una oportunidad para explorar los misterios de aquel fatídico día.
Aunque Belinda no era Hattie, estaba segura de que, si Hattie hubiera estado realmente en ese barco, la terrible experiencia habría llegado a oídos de su familia.
Belinda consideró la posibilidad de que Dashawn o los padres adoptivos de Hattie tuvieran alguna pista que se les hubiera pasado por alto.
Belinda respiró hondo y miró a Kristopher a los ojos, que brillaban con una mezcla de esperanza y urgencia.
Ella asintió con decisión. «Muy bien, empecemos a buscar la verdad».
Kristopher abrió la boca para dar las gracias, pero antes de que las palabras pudieran salir, Dashawn se interpuso entre ellos, ocultando…
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