Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 548
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 548:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Podría Joyce también estar viva?
Evelyn respiró hondo y carraspeó nerviosamente. —Iré a buscar al doctor Reid.
—¡Reid!
—¡Joyce!
¡Joyce tenía que estar viva!
En el barco de rescate en el mar, Kristopher estaba a punto de cambiarse de ropa y hacerse cargo de la siguiente búsqueda cuando, de repente, sonó su teléfono.
Era Marlene, del Hospital Peace.
Al ver la notificación en la pantalla, los ojos de Kristopher brillaron brevemente.
Recordó la última vez que Belinda había desaparecido y la había localizado en casa de Marlene.
Ahora, tal vez Marlene pudiera proporcionarle más pistas.
Con estos pensamientos en su mente, cogió el teléfono con impaciencia y saludó: —Hola.
—Señor Cox.
Marlene parecía algo avergonzada al otro lado del teléfono. —¿Podría… venir al hospital a ver a la señorita Miller? Su estado… es bastante grave.
Al oír esto, Kristopher recordó que, además de cuidar de Fred y Belinda anteriormente, Marlene era también una de las principales doctoras de Cathy.
Dudó un momento. Su voz denotaba cansancio cuando dijo: —¿Cathy le pidió que me llamara? Sé que no le gusta que me centre en encontrar a Belinda últimamente, pero…
Suspiró. —Sé que es actriz y que sus dotes interpretativas son excelentes. Pero, por favor, pídale que no juegue conmigo.
Frunció el ceño, terminó la frase y colgó.
Antes de que pudiera colgar el teléfono, Marlene volvió a llamar.
Historias completas solo en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 para fans reales
—Sr. Cox, la Srta. Miller no está fingiendo esta vez… Le he enviado sus datos médicos, y usted sabe cómo son los datos de una persona sana…
—
Hubo una pausa en su voz—. Su estado… es muy grave.«
Kristopher frunció el ceño y hizo clic en el enlace que le había enviado Marlene.
Eran datos de monitorización hospitalaria en tiempo real, imposibles de falsificar.
Después de estudiarlos durante un momento, Kristopher finalmente suspiró profundamente. «Está bien, lo entiendo. Estaré allí en treinta minutos».
Dicho esto, colgó.
Marlene dio un suspiro de alivio al oír el tono de llamada. Justo cuando estaba a punto de salir de su oficina para ver cómo estaba Belinda, Evelyn le bloqueó el paso en la puerta.
«¿Dónde está Belinda?».
Evelyn agarró a Marlene por el brazo con ansiedad. «Sé que Belinda está aquí, en el hospital. ¡Dime dónde está!».
Marlene la miró con el ceño fruncido. «Sra. Miller, ¿de qué está hablando?».
«¡Sabe perfectamente de lo que estoy hablando!».
Se aferró con fuerza a Marlene. Su voz estaba llena de intensa desesperación mientras gritaba: «Belinda no está muerta. ¡Sé que no lo está! La han escondido en algún sitio. ¡Tráiganla! ¡Necesito verla! ¿Dónde han escondido a mi hija? ¡Díganmelo!». La voz de Evelyn resonó con fuerza, llamando la atención de todos los que se encontraban en el pasillo.
.
.
.
 
                                         
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                    