Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 475
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 475:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Y si…?
Con ese pensamiento, Belinda apretó los labios y decidió no llamar.
Retiró la mano, dispuesta a coger las llaves, pero luego cambió de opinión y se dirigió de nuevo a su casa.
En el salón, Madisyn, en estado de embriaguez, ya estaba desplomada en el sofá.
Belinda se acercó, le echó una manta por encima y se dispuso a limpiar el comedor.
Aunque ella no había probado ni una gota de alcohol esa noche, Madisyn y Fred se habían bebido unas cuantas copas, dejando el comedor hecho un desastre.
Belinda ordenó rápidamente el comedor y luego puso en orden todo el apartamento.
Por fin, salió a tirar la basura. Cuando regresó, se dio cuenta de que las llaves seguían colgando en la puerta del vecino.
Justo en ese momento, las llaves giraron en la cerradura, como si alguien estuviera a punto de salir.
Belinda frunció el ceño, salió del ascensor y se quedó junto a su puerta, echando un vistazo a la casa de los vecinos. Definitivamente sentía curiosidad por este nuevo vecino.
Belinda dudó, sin saber si el vecino había detectado sus pasos. Se detuvo y, en ese mismo instante, el sonido de una llave girando en la cerradura de al lado también cesó.
Se quedó allí, desconcertada, esperando a que se oyera de nuevo el sonido de la llave, pero todo permaneció en silencio.
Con el ceño fruncido por la confusión, se preguntó si simplemente había imaginado el ruido.
Tras una pausa, suspiró, cogió la llave, abrió la puerta y entró en su apartamento. En cuanto se cerró la puerta, la del vecino se abrió de golpe.
Poco después, se oyeron los pasos de un hombre en el pasillo, seguidos del sonido del ascensor al abrirse y cerrarse.
𝑆𝒾𝑔𝓊𝑒 𝓁𝑒𝓎𝑒𝓃𝒹𝑜 𝑒𝓃 ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 para ti
Belinda apretó con fuerza el pomo de la puerta.
Evidentemente, sus sentidos no la habían engañado.
Cuando salió del ascensor, el vecino parecía a punto de salir, pero se detuvo en cuanto la oyó acercarse.
Parecía que su nuevo vecino estaba evitando cualquier interacción. Con un ligero puchero, Belinda se volvió hacia la cocina para reanudar sus tareas.
En Nawrin, una ciudad que latía con urgencia, no era raro que la gente evitara la vecindad.
No esperaba ninguna amistad, pero la evasión manifiesta le pareció excesiva desde el principio.
Al fin y al cabo, solo era una vecina, no un ser al que temer.
En Eden View Villa…
—¡Kris, por fin has llegado!
Cuando el BMW negro aparcó en la entrada, Cathy, con los ojos rojos e hinchados, se apresuró a abrir la puerta del coche, se subió al asiento trasero y se derrumbó en los brazos de Kristopher. —Acabo de mandar a alguien a tu apartamento y a tu oficina, pero no estabas en ninguno de los dos….
.
.
.