Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 426
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Capítulo 426:
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Evelyn, al observar los ojos enrojecidos de su hija, sintió una punzada de remordimiento y respondió: —Cathy, a veces es mejor dejar ir las cosas que no están destinadas a ti. Ya sabes, a Kristopher nunca le gustaste desde el principio. Tú eres…
«¿Por qué no debería gustarle?».
En un arrebato de ira, Cathy agarró un vaso de la mesita de noche y se lo lanzó a Evelyn.
El vaso golpeó la frente de Evelyn con un ruido sordo y se rompió en mil pedazos al caer al suelo.
Cathy, con los ojos ardientes de furia, desafió a Evelyn: «¿Qué tiene Belinda que yo no tengo? ¿En qué soy inferior a ella? ¡Dímelo!».
«Cálmate, Cathy», dijo Evelyn.
Se acercó con el ceño fruncido y los brazos extendidos en un intento de abrazar a su hija. «Nadie está diciendo que seas menos que Belinda. Es solo que…».
«¿Solo qué?».
Cathy levantó la cabeza y miró a Evelyn con los ojos ardientes de ira. No era la mirada de una hija hacia su madre, sino más bien la de un rival frente a su oponente. —Si Belinda puede hacerlo, ¿por qué yo no? ¡Recuerda que tú eres mi madre, no la suya! ¿Estás eligiendo apoyarla a ella en lugar de a tu propia hija?«
La fuerza de la mirada de Cathy hizo que Evelyn se detuviera en seco, con el rostro pálido como la cera. Sus brazos, que antes estaban listos para abrazarla, ahora colgaban inmóviles en el aire.
Después de lo que pareció una eternidad de silencio, Evelyn respiró hondo y habló con determinación. «Cathy, nunca lo vi así. Estoy aquí para ti, siempre».
Luego desvió la mirada. «Eres todo lo que tengo ahora».
Cathy respondió con frialdad: «Me alegro de que lo reconozcas». Respiró hondo otra vez, con la mente a mil por hora. Tenía que encontrar una solución.
No podía dejar que las cosas siguieran así.
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Tras el percance en el que Belinda había cogido por error el teléfono equivocado, Cathy temía que Belinda se lo contara todo a Kristopher. Para evitarlo, decidió contarle ella misma a Kristopher la situación de Joyce.
Su plan era crear una brecha entre Kristopher y Belinda.
Por desgracia, la reacción de Kristopher no fue la que ella esperaba.
Él siempre la había puesto en primer lugar.
Sin embargo, durante una reciente llamada telefónica con Maggie, Kristopher la había ignorado por completo, apresurándose a ayudar a Belinda al enterarse de que se había quemado.
A su angustia se sumaba el tono burlón de Belinda durante esa llamada.
Ya no podía permitirse esperar pasivamente.
Con estos pensamientos, Cathy miró a Evelyn con los ojos llenos de lágrimas. —Mamá, sé que me impuse en la relación con Kristopher… Pero gracias a eso, el Grupo Cox ha favorecido a nuestra familia Miller en los negocios, proporcionándonos innumerables beneficios económicos. Lo sabes, ¿verdad? Si Kristopher se entera de mi engaño durante todos estos años, seguramente romperá los lazos con nuestra familia. Esto…
«Pondría en peligro el negocio de papá, y no solo perderíamos nuestro estilo de vida, sino que también tendríamos dificultades para pagar el tratamiento médico de Joyce…». Miró con seriedad a Evelyn, agarrándola del brazo. «Mamá, ¿puedes ayudarme, por favor? Al ayudarme a mí, también estás ayudando a la familia Miller, a Joyce y a ti misma».
Al ver el rostro lloroso de su hija, Evelyn no pudo evitar derramar lágrimas también. «Está bien, Cathy, dime. ¿Cómo puedo ayudarte?».
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