Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 389
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 389:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Apretando los puños, continuó: «Antes, cuando veía las noticias, veía a Cathy llorando delante de los medios de comunicación varias veces. Lamentaba que su hermana pequeña hubiera muerto de depresión. Repetía una y otra vez que si hubiera sabido que su hermana no estaba bien, quizá podría haber evitado la tragedia. ¡Ahora está claro que todos estaban fingiendo!».
Con el ceño fruncido, Belinda se desplazó por otras fotos del teléfono de Joyce y dijo con amargura: «Si Cathy es realmente la hermana de Joyce, no me extraña que hiciera algo así».
Conocía muy bien la crueldad que la hermana de Joyce le había infligido.
La primera vez que Belinda conoció a Joyce fue en un hospital, donde trabajaba como enfermera. Joyce era una paciente que requería cuidados intensivos. Un día, mientras la atendía, Belinda vio las heridas más horribles que se puedan imaginar. La espalda de Joyce estaba cubierta de cicatrices rojas y supurantes.
El médico le explicó que las lesiones eran consecuencia de quemaduras con agua hirviendo y de azotes con un látigo empapado en agua salada. A pesar de haber crecido en el campo y estar acostumbrada a las duras realidades de la vida, a Belinda le dolió mucho conocer el sufrimiento de Joyce. Le preguntó por qué no estaba su familia con ella.
Belinda aún recordaba la amarga respuesta de Joyce. «Mi madre no me cree. Cada vez que mi hermana llora, mi madre automáticamente me culpa a mí. La palabra de mi padrastro es ley, y mi madre no se atreve a desobedecerle, ni siquiera para visitarme en secreto. Lo único que puede hacer es darme dinero. Mi tío es el que mejor se porta conmigo, pero tiene su propia vida. Últimamente ha estado fuera por trabajo, así que no ha venido a verme».
Con estos pensamientos en mente, Belinda hizo clic en una nota que había guardado del teléfono de Joyce. Mientras leía el denso texto en la pantalla del portátil, sintió por un momento que no podía respirar. La nota estaba llena de entradas sobre Belinda y Madisyn.
Desde el día en que se conocieron, Joyce había registrado meticulosamente cada encuentro, cada conversación y cada detalle de su relación con Belinda y Madisyn. Trataba el memo como un diario, en el que narraba los días que ella y Belinda cuidaban de Kristopher en el pintoresco hospital junto al mar, capturando cada momento significativo de su experiencia compartida.
Su vida. Al leer las palabras en el portátil, Fred no pudo evitar suspirar. «Belinda, está claro… tu amiga os quería mucho a ti y a Madisyn». Reflexionó sobre cómo, aunque él tuviera novia, no se imaginaba documentando su relación con tal precisión y detalle.
A Belinda se le llenaron los ojos de lágrimas. «Sí, nos quería de verdad».
Capítulos recientes disponibles en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 con nuevas entregas
Habían asumido ingenuamente que Joyce prosperaría después de mudarse con su querido tío. Nunca imaginaron que su familia la enviaría sola al extranjero mientras ellos continuaban con sus vidas en casa sin que nada les afectara. ¡Incluso la declararon muerta, alegando que se había suicidado!
En ese momento, unos golpes atronadores en la puerta sacaron a Belinda de sus reflexiones. Estaba a punto de secarse las lágrimas cuando Marlene salió de la sala y abrió la puerta, preguntando: «¿A quién buscáis?».
Entonces, desde fuera, se oyó la voz baja y fría de Kristopher. «Belinda está aquí, ¿verdad?».
Al oír una voz masculina en la puerta, Fred palideció. «¿Cómo ha encontrado este lugar?», susurró con voz teñida de alarma. Había tenido mucho cuidado durante los últimos dos días para ocultar su paradero y el de Belinda, ya que su seguridad era una prioridad.
Marlene se había tomado unos días libres y tenía pensado volver a su ciudad natal para visitar a su familia. Para cuidar de Belinda, decidió quedarse y dejarla vivir en su casa. Sin embargo, a pesar de todas sus precauciones, Kristopher los había localizado.
.
.
.