Una segunda oportunidad con el CEO tras el divorcio - Capítulo 127
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Capítulo 127:
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«Acostumbrada…».
Belinda siempre había creído que su amor por Kristopher se había marchitado el día que perdieron a su hijo.
Sin embargo, ahora, al ver que Kristopher descartaba sus sentimientos con una afirmación tan escandalosa, sintió que su corazón volvía a dolerle. En el pasado, sus humildes orígenes rurales la habían hecho sentir indigna del círculo social elitista de Kristopher.
Para evitar cualquier motivo de chisme, se había esforzado por cultivar la imagen de una socialité elegante y digna, manteniendo la compostura tanto en público como en privado.
Aguantó los insultos de Rosie y Maggie, hizo caso omiso de las burlas de la élite de Nawrin e ignoró los rumores venenosos sobre ella como si fueran simples susurros en el viento.
Cada muestra pública de elegancia se pagaba en secreto con lágrimas derramadas en soledad.
Sin embargo, ahora Kristopher reducía todos sus esfuerzos a «estar acostumbrada». Creía que se había acostumbrado a la hostilidad, que había decidido pasar por alto la malicia dirigida hacia ella y permanecer como una observadora distante.
Con estos pensamientos pesando sobre ella, Belinda respiró hondo y se volvió hacia el hombre que conducía, con voz decidida. «No estoy acostumbrada. Nadie se acostumbra a ser objeto de burlas y malicia constantes. Así que…».
Lo miró fijamente a través del espejo retrovisor, incapaz de descifrar la profundidad de su mirada. «Esta vez, prefiero morir antes que pedirle perdón a su señorita Miller».
¡Chirrido!
En cuanto terminó de hablar, Kristopher pisó el freno con fuerza, haciendo que el coche se detuviera bruscamente al borde de la carretera. Se giró, con el rostro desencajado por la ira.
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Pero antes de que pudiera articular palabra, su mirada se cruzó con la de Belinda. Sus ojos, obstinados y orgullosos, lo tomaron por sorpresa.
Por primera vez, Kristopher vio tal desafío en sus ojos.
En el pasado, cada vez que ella lo miraba, había una dulzura en sus ojos, siempre brillantes de emoción.
Pero en algún momento, ese brillo emocionado se había desvanecido.
Sus ojos se habían vuelto fríos y distantes.
Y ahora, la feroz determinación y el orgullo de su mirada le resultaban completamente ajenos.
En ese momento, Kristopher tuvo una revelación escalofriante. Nunca había conocido realmente a Belinda.
Se tomó un momento para recomponerse y calmar la inquietud que se estaba gestando en su interior. Finalmente, apartó la mirada y bajó los ojos hacia el reloj de acero que llevaba en la muñeca. Su voz era tranquila, pero firme. —¿Y si insisto en que le pidas perdón a Cathy hoy? —
Belinda se burló—. ¿Y si me niego a pedir perdón? ¿Qué harás entonces, señor Cox? ¿Me abrirás la boca a la fuerza?
—No hay necesidad de tomar medidas tan drásticas.
Mientras hablaba, Kristopher bajó la ventanilla del coche para que entrara una ráfaga de aire fresco, luego sacó un cigarrillo del bolsillo y lo encendió.
Mirando a Belinda a través de las volutas de humo, sus ojos delataban una mezcla de emociones. —El Grupo Cox está pensando en comprar una agencia de modelos y ya han empezado a investigar.
Belinda se tensó inmediatamente al oír mencionar una «agencia de modelos». Dado que su amiga Madisyn era modelo, la palabra «modelo» se había convertido en un detonante para ella a lo largo de los años.
Dando una lenta calada a su cigarrillo, Kristopher continuó: —Resulta que el dueño de esta agencia escondía cámaras ocultas en los camerinos, un auténtico depredador. Para conseguir la empresa a precio de ganga, hice que alguien hackeara el ordenador de ese sinvergüenza.
Con el cigarrillo colgando de una comisura de la boca y el teléfono en la otra mano, pasó rápidamente por algunas imágenes. —Echa un vistazo a esto —dijo con indiferencia.
Belinda sintió un nudo en la garganta al mirar la pantalla del teléfono de Kristopher.
Allí, con toda claridad, había imágenes de Madisyn en ropa interior, rebuscando entre un montón de ropa. Un dolor agudo se apoderó del corazón de Belinda.
Su cuerpo temblaba y balbuceó entre dientes: «¡Kristopher, eres despreciable!».
Estaba claro que Kristopher estaba utilizando esas imágenes de Madisyn para manipular a Belinda.
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