Un Regreso Inesperado: Rencores del pasado - Capítulo 376
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 376:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«El trato se pospuso hasta que Igor creciera y volviera a por él. No porque quisiera a Isabella, sino porque la necesitaba para reconstruir el nombre de su imperio. Como habían matado a nuestra madre, la reina italiana, nadie quería relacionarse con ellos».
Fernando vuelve a tomar el control.
«Eso fue hasta que descubrí que Ramos estaba mal informado. Isabella es mi hija, mi sangre. Así que le dije a Igor que le encontraría otra mujer». Aprieto la mandíbula, sabiendo lo que viene a continuación.
«Necesitaba una rápido, así que le di a Elisia…».
«¿Le diste?», interrumpo con voz aguda.
«Es mi esposa, no un puto objeto».
«Dios, todo esto fue cosa de Ramos», señala Sergio.
«Le dijo al padre…» Mi hermano se detiene para respirar hondo antes de continuar.
«Fernando, esa Isabella no era de su sangre».
«¡Él no lo sabía!», grita Fernando.
«¡Y, por supuesto, no vas a dejar que un solo error caiga sobre él!», le grita Sergio, acercándose a Fernando con ira.
—Es tu hermano mayor, habla de él con respeto —Fernando defiende a su precioso hijito.
—Solo tengo un hermano mayor, y no es ese marica —gruñe Sergio.
—Sergio —intervengo con voz tranquila pero firme—. Déjalo.
—Lo veo bajar la cabeza por el rabillo del ojo.
—¿Qué va a hacer con Elisia? —le pregunto, volviendo a centrar mi atención en Fernando.
—Vengarse de ti por matar a su hermano y… —Fernando hace una pausa, como si no estuviera preparado para mi reacción.
—¿Y qué? —grito, agotando mi paciencia.
—Embarazarla para tener un heredero… —No dejo que Ramos termine su frase, y le doy un puñetazo en la mandíbula.
Ahora todo tiene puto sentido. Los papeles del divorcio…
Me levanto, ignorando todas las tonterías de Fernando sobre cómo golpeé a su hijo perfecto. Es gracioso porque me importa una mierda. Al principio me dolió mucho saber que mi padre prefería a mi otro hermano, que era un violador y un drogadicto. Pero ya no lo siento. Ya no me importa. No le necesito porque tengo a mi hermano pequeño a mi lado y sé que nunca me decepcionará.
Me levanto y doy órdenes.
«Llévalos con nosotros al avión y asegúrate de que nuestros refuerzos lleguen pronto». Adriano asiente a mi orden.
«El ataque es en una hora».
Adriano se va, seguido de Shawn y Kian, que se llevan a los dos cabrones con ellos. Me quedo solo con Sergio, y no sé qué emociones se apoderan de mí, pero me lanzo a un abrazo. Nunca he sido del tipo cariñoso con él, pero joder, hoy lo necesito. Necesito a mi hermano un poco más de lo habitual. Sergio no pierde ni un segundo en acurrucarse en mi hombro, y juro que le oigo un pequeño sollozo.
Ah, cabrón emocional.
Me aparto, un poco avergonzado.
—Gracias.
—¿Por qué? Me dedica una pequeña sonrisa.
—No te lo digo lo suficiente, pero te agradezco que estés a mi lado en todo esto —le digo, dándole otro abrazo, esta vez más de costado.
—Ojalá tuviera una cámara —niega con la cabeza incrédulo.
Le levanto las cejas en señal de interrogación, así que vuelve a hablar, despejando mi confusión.
«Shawn nunca se creería las palabras que acaban de salir de tu boca».
Solté una pequeña risita, un sonido que no había hecho desde que Igor se llevó a Elisia.
Sergio se quedó boquiabierto.
«Sí, definitivamente no eres Theo».
Contuve otra risa.
.
.
.