Un Regreso Inesperado: Rencores del pasado - Capítulo 339
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 339:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
El puño de Shawn me aprieta el cuello y me zarandea con fuerza.
—¡Recupera la cordura si quieres que Sia vuelva!
Lo empujo, rechinando los dientes mientras gruño:
—¿Por qué coño se la ha llevado?
Las palabras no son una pregunta.
Son una amenaza.
Shawn exhala con fuerza, con la mandíbula tensa.
—Ya he llamado al almacén.
Entonces…
Sus ojos se oscurecen.
—¿El rastreador que pusiste en el anillo de Sia?
Se me cae el alma a los pies.
—Está destruido.
La habitación da vueltas.
—No hay ni una puta señal de ella.
Mi corazón deja de latir.
—¿Ni siquiera una última ubicación? Mi voz es áspera, desesperada por cualquier atisbo de esperanza.
Shawn exhala con expresión sombría.
«En el aeropuerto. Hace una hora».
Se me hunde el estómago.
Como si esta puta pesadilla no pudiera ir a peor.
Un aeropuerto.
Lo que significa que mi mujer podría estar en cualquier parte del mundo ahora mismo.
En cualquier parte.
La rabia me invade.
No me importa dónde se la llevaron.
No me importa a quién tenga que matar.
No me importa si tengo que quemar este mundo entero hasta los cimientos…
La encontraré.
Y entonces me doy cuenta.
Kayla dijo que Ramos no estaba solo.
Había otro hombre.
Doy media vuelta, enfurecido, hacia la sala de estar, con Shawn pisándome los talones.
—Kayla.
Me mira, con la culpa reflejada en sus ojos.
Lo ignoro.
No tengo tiempo para la culpa.
—Describe al hombre que estaba con Ramos.
Kayla duda, luego asiente, frunciendo el ceño mientras busca en su memoria.
—Alto… pelo gris. Llevaba un traje impecable… —Se queda en blanco, luchando por recordar los detalles.
Podría ser cualquiera.
—¿Su comportamiento? —insisto.
Ella se mueve, apretando los brazos alrededor de su estómago.
«Ramos estaba a punto de atacarnos cuando entró». Su voz es baja.
«No sé… parecía que tenía autoridad sobre Ramos».
Todo mi cuerpo se pone rígido.
Giro la cabeza hacia Shawn y Sergio, que tienen la misma expresión de comprensión y pavor.
«Fernando». Exhalo.
La habitación se queda en silencio.
.
.
.