Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 303
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 303:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Todavía le sigues con la mirada?», le pregunté, casi en un susurro.
Adrian soltó un largo suspiro.
Mi mirada se desvió hacia los monitores, observando a los hombres en la pantalla. «¿Por qué no lo mataste cuando tuviste la oportunidad?», pregunté, mirando a Adrian.
«No pude rematarlo. Mariam interrumpió y todo se vino abajo».
Luego bajó la mirada hacia mi mano, donde aún quedaban unas cicatrices tenues del tormento que había sufrido.
—¿Cómo está tu mano? —preguntó con delicadeza.
«Se está curando», respondí. «Estoy tomando analgésicos, así que el dolor no es muy fuerte».
Adrian asintió con la mandíbula apretada. Entonces, sin previo aviso, me acerqué a él, lo atraje hacia mí y lo besé de nuevo. Necesitaba sentir algo, cualquier cosa, que me recordara que estaba viva y libre, aunque solo fuera por un momento. Adrian respondió con entusiasmo, rodeándome con sus brazos.
Pero justo cuando las cosas empezaban a intensificarse, el sonido de la puerta principal nos interrumpió. Ambos nos quedamos paralizados. Adrian se volvió hacia los monitores y se me hizo un nudo en el estómago cuando vi quién era.
—Mariam —dije, dando un paso atrás.
—¿Qué hace ella aquí? —preguntó Adrian con tono severo.
—Deberías preguntármelo a mí —respondí con voz teñida de frustración.
Adrian se ajustó rápidamente la camisa y se aseguró de que el sótano estuviera bien oculto antes de subir las escaleras. Abrió la puerta y se encontró a Mariam allí de pie, con expresión tranquila pero mirada intensa. Ella miró a Adrian, luego a mí, y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
—Sabía que te encontraría aquí —dijo, con la mirada fija en mí.
No respondí. Simplemente la miré, esperando a que dijera lo que hubiera venido a decir.
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 disponible 24/7
—¿Por qué estás aquí, Mariam? —preguntó Adrian, con tono impaciente.
Mariam respiró hondo, como preparándose para asestar un golpe duro.
—Victor planea utilizar a Beth para llegar hasta ti, Adrian —dijo con voz firme—. Y va a actuar pronto.
Mi corazón se hundió al oír sus palabras. ¿Beth? ¿Esa niña inocente? La crueldad de Víctor no tenía límites. Me volví hacia Adrián, esperando su reacción, pero su rostro era indescifrable.
Punto de vista de Elena
Había pasado una semana y cuatro días desde que Mariam nos reveló a Adrian y a mí el plan mortal de Víctor. Ella le había aconsejado a Adrian que se fuera de Nueva Jersey, pero él se negó.
«No voy a abandonar Nueva Jersey por Víctor», declaró Adrian con firmeza. «Él debería marcharse por mí».
Por mucho que le suplicara, Adrian no cambiaba de opinión. Creía sinceramente que podía acabar con Víctor por su cuenta. La tensión entre ellos aumentaba cada día que pasaba.
Pero esta mañana, algo inesperado me sorprendió. La lesión que Adrian le había infligido a Víctor era grave, tan grave que Víctor no debería haber podido caminar durante al menos tres meses. Sin embargo, solo dos semanas y unos días después, ya estaba intentando moverse. No caminaba perfectamente, pero sus hombres lo apoyaban en cada paso. Era como si solo la fuerza de su voluntad lo impulsara.
.
.
.