Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 261
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 261:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
De repente, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Adrian. Mientras lo leía, se me escapó una risita antes de poder evitarlo. El humor de su mensaje me había pillado desprevenido.
Victor levantó la cabeza bruscamente y su mirada penetrante atravesó la habitación.
—¿Con quién estás hablando todo el rato? —preguntó con voz tranquila, pero teñida de sospecha.
No me inmuté. «Un amigo. Uno antiguo», respondí, mintiendo sin esfuerzo.
Victor exhaló profundamente, entrecerrando los ojos como si intentara descifrar mis palabras.
«¿Es el mismo amigo con el que hablas toda la noche?».
Esa pregunta me pilló por sorpresa, como un chorro de agua fría. Mi corazón se aceleró, pero mantuve la compostura.
«¿A qué te refieres?», pregunté, fingiendo confusión.
Victor dejó la cuchara con un tintineo deliberado.
«Deja de fingir que no entiendes mi pregunta, Elena. Te he estado observando. Siempre estás hablando con alguien. La pregunta es: ¿con quién?».
Lo miré a los ojos, con el corazón acelerado, pero mantuve la expresión tranquila. «Un viejo amigo. Un amigo del instituto, para ser exactos», dije, aferrándome a mi mentira con toda la confianza que pude reunir.
Víctor se recostó en su silla y me estudió con atención. Carraspeó y su tono se suavizó. —Sé que te ha dolido la muerte de tu madre y que, al mismo tiempo, tienes miedo del asesino. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Cuando extendió la mano para coger la mía, la aparté suavemente, con el corazón encogido por su malentendido. Pensaba que mi distancia se debía a la muerte de mi madre y al miedo a la lógica de Dios. Pero no era eso en absoluto. En realidad, apenas recordaba a mi madre. Mi atención se centraba por completo en alguien, o más bien, en otra persona.
Victor debió de notar la incomodidad en el ambiente, así que añadió: «¿Cuándo será el funeral?».
Lo miré, con una pequeña sonrisa en los labios. «¿Cuándo será el funeral?», repetí en mi mente. La idea apenas había cruzado mi mente hasta ese momento, pero de repente me dio una idea.
Victor frunció el ceño ante mi vacilación. «Es tu madre. Deberías elegir una fecha», dijo, casi con tono molesto.
Actualizaciones diarias desde ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç◦𝓂 en cada capítulo
Oculté mi satisfacción tras una expresión neutra. Esta podría ser mi oportunidad de ver a Adrian, una excusa perfecta que Víctor no podría cuestionar fácilmente. «El sábado que viene», dije, tratando de parecer despreocupada.
Victor arqueó una ceja. «¿No es demasiado pronto?», preguntó con tono escéptico.
Negué con la cabeza. «No, está bien. Es mejor así», respondí con voz firme.
Pero por dentro, ya estaba perdida en las posibilidades. Mi mente se adelantó al sábado, imaginando cómo sería volver a ver a Adrian. Su rostro, su voz, la forma en que me hacía sentir viva… Todo se reproducía vívidamente en mi cabeza.
Victor me miró fijamente durante un momento más, como si intentara leer mis pensamientos, pero finalmente lo dejó pasar. Volvió a su desayuno y yo cogí el tenedor de nuevo, fingiendo comer mientras mi mente divagaba. El sábado no podía llegar lo suficientemente rápido.
.
.
.