Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 186
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 186:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Asentí con la cabeza, indicando a mis hombres que tomaran sus posiciones. A medida que pasaban los minutos, podía sentir cómo aumentaba la tensión. ¿Intentaría Marcus recuperar el cargamento? Mi instinto me decía que sí.
Cuando comenzó el transporte, recibí una llamada de uno de mis hombres apostado en una parada de autobús. «Victor, hay movimiento. El cargamento se acerca».
«Mantened vuestras posiciones», ordené, con el corazón latiéndome a toda velocidad. «Estad preparados para cualquier cosa».
Unos minutos más tarde, se desató el caos. Se oyeron disparos cuando los hombres de Marcus intentaron tender una emboscada al transporte. Creían que podían burlarnos, pero se equivocaban. Mis hombres estaban preparados y el sonido de las balas llenó el aire. «¡Acabad con ellos!», grité, con la adrenalina corriendo por mis venas mientras me unía a la lucha.
El tiroteo fue intenso, con balas volando en todas direcciones. Pude ver cómo los hombres de Marcus caían uno tras otro, frustrados en su intento de robar el envío. Jessica había anticipado todos sus movimientos y su plan estaba funcionando a la perfección. Me abrí paso entre el caos y derribé a algunos de los hombres de Marcus. La calle estaba llena de humo y el sonido de los disparos, pero mantuve la concentración. No tardó mucho en que todos los hombres de Marcus estuvieran muertos o huyendo.
Cuando cayó el último, me tomé un momento para recuperar el aliento y escudriñé la zona en busca de cualquier rastro de Marcus. —¿Dónde está Marcus? —pregunté a uno de mis hombres.
—Se ha ido —respondió el hombre, sacudiendo la cabeza—. Lo hemos perdido.
«Maldita sea», murmuré, con la frustración hirviendo en mi interior. «No puede desaparecer así».
Jessica se unió a mí con expresión feroz. —Déjalo huir —dijo con voz firme—. Sin las drogas y las propiedades, no es nada.
Asentí, sabiendo que tenía razón. Pero algo me inquietaba. Quería asegurarme de que Marcus desapareciera para siempre.
Historias exclusivas en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç◦𝓂 antes que nadie
Más tarde, esa misma noche, mientras me acomodaba en mi oficina, una vibración repentina llamó mi atención. Era el teléfono de Elena, que estaba sobre mi escritorio. Lo cogí, miré la pantalla y se me encogió el corazón.
En la pantalla apareció un mensaje. Era de Henry. «Estoy vivo y volveré pronto a Nueva Jersey».
Mi mente se aceleró. Yo había matado a Henry. Lo había visto desangrarse, ¿y ahora esto? No tenía sentido. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras miraba el mensaje, con el pulso acelerado.
—Victor, ¿qué pasa? —preguntó Jessica, al notar mi expresión.
Levanté el teléfono con voz tensa. «Es un mensaje de Henry, el psicópata».
Punto de vista de Elena
Yacía en el frío suelo de la habitación vacía, mirando fijamente al techo. El silencio me rodeaba, solo roto por mi respiración lenta y constante. Fue entonces cuando oí que la puerta se abría con un chirrido y mi corazón dio un salto. Me senté y miré hacia la puerta. Victor estaba allí, inesperado, pero fue quien entró detrás de él lo que me sorprendió más. Mi madre. Nunca habían venido aquí juntos antes.
Víctor sostenía mi teléfono en la mano, con la mirada intensa, casi ardiendo con una mezcla de ira y confusión. Me miró directamente y me preguntó: «¿Qué relación tienes con Henry?».
.
.
.