Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 17
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Capítulo 17:
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Le había dicho a Mariam varias veces que no tenía ni idea de cómo había muerto Sofía. Pero ahora que se había descubierto la verdad, me sentía preparado para contarlo.
La primera pregunta de Mariam fue directa. «Sr. Martínez, ¿puede decirme por qué disparó a su esposa?». Utilizó el término «esposa» intencionadamente, ya que Sofía iba a ser mi esposa.
Sonreí, sabiendo que podía tergiversar la verdad. «Sabes que yo no haría eso», respondí. «Nunca tuve la intención de dispararle. Iba dirigido a otra persona».
«¿Quizás al señor Wilson Gad?», preguntó Mariam, entrecerrando los ojos.
Asentí. «Sí», respondí.
«¿Por qué quería dispararle?», insistió ella.
«Lo vi con mi esposa en una habitación privada», le expliqué.
Mariam puso cara de desconcierto. «¿Y eso es un problema?», preguntó.
«Mi esposa estaba desnuda», dije, «y creí que Gad le había quitado la ropa a la fuerza».
Luego le conté a Mariam los repetidos intentos de Gad por secuestrar a Elena de mi mansión. Había planeado quitarle la vida a Gad esa noche, pero Elena recibió la bala en su lugar.
«Se lo habría confirmado él mismo», dijo Mariam, «pero lo liberaron antes de que pudiera interrogarlo».
«Tienes que hacer todo lo que esté en tu mano para traerlo de vuelta aquí», le insistí.
«¿Por qué?», preguntó Mariam.
«Porque Gad mató a tu hermana, Sofía», respondí.
La conmoción en su rostro fue casi satisfactoria.
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La noche se había descontrolado y ahora, con la verdad al descubierto, estaba claro que el camino hacia la justicia estaba plagado de mentiras y engaños.
Después de contarle a Mariam lo que sabía sobre la muerte de Sofía, supe que tenía que actuar con rapidez. Me dirigí al jefe de policía. Con un generoso pago, lo convencí de que mantuviera en secreto los detalles del caso y evitara que los medios de comunicación convirtieran en un espectáculo lo que había sucedido en la fiesta.
Una vez que salí de la comisaría, me dirigí directamente al hospital. Me sorprendió encontrar a Gad sentado junto a la cama de Elena. Mi ira estalló al acercarme a él.
«¿Qué haces aquí?», le espeté.
Gad levantó la vista, sin mostrar ningún signo de culpa.
«Solo ocupando tu sitio, nada más», dijo con indiferencia antes de salir de la habitación.
Cuando Gad pasó a mi lado, me aseguré de que oyera mi advertencia.
«Que esta sea la última vez que te veo con Elena. Si vuelvo a verte, te mataré igual que tú mataste a Sofía».
Lo vi marcharse, con la mente a mil por hora. Tenía que asegurarme de que Gad no volviera a acercarse a Elena y estaba decidido a que se hiciera justicia por la muerte de Sofía.
Punto de vista de Gad
Me quedé desconcertado cuando Víctor me acusó de matar a Sofía. La conmoción me dejó momentáneamente sin habla.
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