Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 140
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 140:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando llegué a casa de Víctor, fui directamente a su habitación. Estaba tumbado, con el mismo aspecto enfermo y miserable que había tenido los últimos días. Pero yo no había ido allí para mimarlo, sino para darle una noticia.
«Ya sé dónde vive el psicópata», anuncié al entrar en su habitación.
Al instante, Víctor se incorporó y abrió mucho los ojos. Fue como si le hubieran encendido un interruptor. En cuestión de segundos, pasó de apenas poder moverse a estar lleno de energía.
—Es la noticia que estaba esperando —dijo, levantándose de la cama y paseándose por la habitación con un vigor renovado. Me miró con una sonrisa que me hizo sentir un escalofrío. —¿Cómo has averiguado dónde vive?
Dudé un segundo. No podía decirle la verdad: que Elena, sin saberlo, me había ayudado a localizar a Henry. Si Víctor descubría que Elena estaba remotamente relacionada con su enemigo, sería como si la hubiera matado. No podía arriesgarme.
—Recuerda que soy policía —respondí con indiferencia, tratando de eludir la pregunta.
Victor dejó de dar vueltas y se puso serio. —Solo quiero asegurarme de que tu pista no es una trampa. Tenemos que tener cuidado. Henry podría estar tendiéndonos una trampa.
Hice un gesto con la mano para restarle importancia, aunque yo mismo no había confirmado nada. —No te preocupes, es una pista sólida. Lo he rastreado. Está allí.
Lo que realmente me sorprendió fue la forma en que Víctor se había recuperado de repente. Hacía solo unos momentos estaba enfermo y débil. Pero en cuanto mencioné que sabía dónde estaba Henry, se levantó y empezó a caminar como si nada hubiera pasado. Me hizo preguntarme hasta dónde llegaba su odio hacia Henry y qué haría una vez que lo tuviera entre sus manos.
«¿Y ahora qué vamos a hacer?», pregunté, curioso por saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar Víctor.
Lo pensó un momento y luego dijo: «Estoy pensando en meter a Gad en esto».
Me quedé paralizado, con la sangre hirviéndome al oír ese nombre. ¿Gad? ¿Cómo podía siquiera considerar trabajar con el hombre que había asesinado a mi hermana? Miré a Víctor con ira, incapaz de contener mi enfado.
Visita ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝗺 para más contenido
—Debes estar bromeando —dije con dureza—. Si estás pensando en incluir a Gad, olvídalo. No te diré dónde vive Henry.
Victor me miró, confundido. —¿Hay algún problema, Mariam?
—¿Un problema? —espeté, incapaz de contener mi furia—. ¿Estás loco, Víctor? ¿Te ha hechizado Gad? ¿Esperas que trabaje con el hombre que mató a mi hermana? ¿A mi única familia?
Victor se suavizó y cambió el tono. —Mariam, Gad morirá. Te lo juro. Pero ahora no. Lo necesitamos por el momento. Cuando haya cumplido su propósito, yo mismo lo mataré. Te pido que confíes en mí.
No confiaba en él, al menos no del todo. Víctor había hecho muchas promesas antes y yo sabía que no debía creer todo lo que decía. Aun así, me aferré a la pequeña esperanza de que Gad muriera antes de que Víctor pudiera manipularlo más. Por ahora, tenía que seguirle el juego.
Victor cogió su teléfono y marcó un número. Segundos después, oí la voz de Gad al otro lado.
«¿De qué va esto, Víctor?», preguntó Gad con su voz fría de siempre.
.
.
.