Un Destino Sellado por la Mafia - Capítulo 126
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 126:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Algo tiene que cambiar, y pronto. Pero, ¿cómo puedo seguir adelante cuando siento que todo se me escapa de las manos?
No sé cuánto tiempo más podré seguir fingiendo que tengo todo bajo control. El psicópata, Marcus, Christine… Todo está conectado, y tengo que encontrar una forma de desenredar este lío antes de que se desmorone por completo. Le he dado a Marcus un mes para que me traiga a Christine, y si no lo hace… Bueno, deseará no haberme hecho perder el tiempo.
Porque yo no faroleo.
Esa noche, mientras estaba junto a la ventana, vi a Mariam salir de su coche y caminar hacia la mansión. La observé atentamente. Nadie diría que es policía, vestida así parece más una reina del baile. Me recordaba a Sofía, mi Sofía. Cada vez que Mariam se pone esos vestidos ajustados o esos pantalones ceñidos, es como si volviera a ver a Sofía.
Estaba perdido en mis pensamientos cuando de repente oí su voz detrás de mí. «Hola», me saludó.
Me di la vuelta, todavía sorprendido. La miré de arriba abajo, apreciando sus curvas como siempre. «¿Qué tal el trabajo?», le pregunté, sonriendo para disimular mi distracción.
«Bien», respondió, dirigiéndose hacia la barra donde guardo el vino. Sin preguntar, cogió dos copas, las limpió y nos sirvió vino a los dos. Me entregó una copa, con una sonrisa que igualaba la mía, aunque podía sentir que se estaba creando un vínculo diferente entre nosotros.
Bebí un sorbo de vino y rompí el silencio. «¿Has venido a saludar?», le pregunté, aunque sabía que Mariam no se pasaba por casa para hacer visitas informales.
Ella se detuvo a mitad de sorbo y me miró de una forma que me indicó que no se trataba de una visita social. Sus ojos lo decían todo. «¿Por qué estás aquí, en realidad?», volví a preguntar, esta vez con más seriedad.
«Algo que nunca has querido que suceda», dijo con voz tranquila pero cargada de significado.
Mi corazón dio un vuelco. La forma en que lo dijo me revolvió las tripas. Dejé el vaso sobre la mesa, sintiendo de repente el peso de la conversación. «¿Qué pasa?», pregunté con tono agudo, clavándole la mirada.
Capítulos recién salidos en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝓂
Ella exhaló antes de hablar. «La Agencia Antidroga va a registrar tu mansión. Podría ser en cualquier momento».
Sentí una oleada de pánico. Mi mente se aceleró. ¿Qué? No, lo tenía todo bajo control. —No lo entiendo —dije, cada vez más frustrado—. Les pago, Mariam. Incluso les di un extra este mes. ¿Por qué iban a registrar mi mansión después de eso?
Mariam negó con la cabeza, con expresión seria. —Sé que les has pagado, pero parece que ya no están de tu lado.
No tenía sentido. Tenía a todos en el bolsillo, o eso creía. Hice una pausa, tratando de procesar sus palabras. «¿Qué demonios está pasando, Mariam?», pregunté, alzando ligeramente la voz.
Ella tomó otro sorbo de vino, aún tranquila, lo que me irritó. «El psicópata está detrás de todo esto», dijo simplemente.
Por supuesto. El psicópata. Esa sombra que ha estado arruinando todo lo que he construido. La razón por la que mi negocio se ha estado desmoronando. Y ahora, al parecer, la razón por la que las fuerzas del orden se han vuelto repentinamente contra mí.
.
.
.