Un Destino Marcado por la Luna - Capítulo 168
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 168:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Me encantaría».
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro y, por un momento, parecía más un chico de instituto despreocupado, sin nada de qué preocuparse.
«Bien. De acuerdo, ¿nos vemos allí dentro de una hora?».
«Perfecto», respondí, levantándome de la silla y viéndolo alejarse por el pasillo, lanzándome una última mirada sensual antes de marcharse.
Una hora más tarde, subí las escaleras hacia la azotea, sintiendo la adrenalina y la tensión. Cuando abrí la puerta, miré a mi alrededor y las palabras no pudieron describir lo que vi. El espacio había sido decorado con mucho gusto, con suaves lámparas fluorescentes de color nylon colgadas alrededor, creando un ambiente acogedor. En el centro había una pequeña mesa y Aiden estaba apoyado en ella, con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus ojos, poderosos e indescifrables, eran la prueba definitiva de que era un Alfa, pero cuando se volvió para mirarme, su mirada se suavizó.
«¿Has hecho tú todo esto?», le pregunté, sintiéndome satisfecha e impresionada.
Se encogió de hombros, y un ligero rubor tiñó su rostro.
—Quería que fuera especial. Para nosotros.
—Es perfecto, Aiden. —Me acerqué a él, sonriendo de oreja a oreja.
Se levantó y, con una pequeña sonrisa, me acercó una silla. Mientras me sentaba, no pude evitar sentirme como una chica de dieciséis años en su primera cita. Había algo tan puro y sencillo en ese momento, algo que parecía poco habitual en el mundo actual.
Hablamos de todo y de nada. Bromeamos y él compartió historias divertidas, junto con algunos recuerdos tristes de su infancia y adolescencia. Era como si los últimos días nunca hubieran existido.
Entonces, se volvió hacia mí, con expresión seria de repente. Me sentí tímida bajo su mirada.
«Shenaya, sé que no han sido tiempos fáciles para nosotros», comenzó. «Sé que he pecado y sé que te he causado tanto dolor que puede que te resulte difícil perdonarme. Pero quiero que sepas que ahora estoy aquí, por completo. Todo yo. Y no voy a ir a ninguna parte».
𝑈𝓁𝓉𝒾𝓂𝑜𝓈 𝓁𝒶𝓃𝓏𝒶𝓂𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜𝓈 en ɴσνєʟα𝓈𝟜ƒαɴ.𝒸o𝗺
Tragué saliva, sintiendo como si me hubieran quitado el suelo bajo los pies. Hubo un tiempo en el que incluso las cosas más simples que decía me sorprendían hasta el punto de no poder creerlas. Pero esa noche, en ese momento, le creí.
«Te creo, Aiden. Y me… me alegro de que te hayas quedado».
Su mano rozó la mía sobre la mesa.
«Shenaya, eres todo lo que tengo y quiero que entiendas que siempre estaré aquí para ti, te guste o no. Por ti. Por Leo. Por Zoey. Por nosotros».
Una sensación de calor me invadió, un sentimiento que no me había permitido sentir en mucho tiempo: esperanza.
«Yo también quiero eso, Aiden. Quiero que tengamos un futuro, sea cual sea. Quiero que seamos una familia».
Él asintió con la cabeza, sin apartar la mirada de mí.
«Lo seremos. Me aseguraré de ello».
Durante un rato, disfrutamos de la paz y de la compañía del otro, sin decir nada. Era como si solo existiéramos nosotros dos, y el vínculo que nos unía fuera más fuerte que cualquier palabra.
.
.
.