Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 971
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 971:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Pero al final, decidió no arriesgarse. No estaba del todo seguro de dónde estaría ese punto de ruptura, y ¿qué pasaría si presionaba demasiado y acababa alejando a la novia que tanto le había costado conquistar?
En lugar de eso, Cole simplemente le pasó el brazo por los hombros con un gesto casual pero posesivo y comenzó a guiarla hacia la entrada principal de la escuela. Se mantuvo en silencio, proyectando un aire de confianza y serenidad mientras caminaban juntos entre la multitud que se apartaba.
Elliana se metió perfectamente en su papel de novia devota. Se acurrucó a su lado, caminando en perfecto ritmo con sus pasos. Para cualquiera que los viera, parecían la pareja ideal.
Cole no podía identificar muy bien lo que sentía, pero bajo su apariencia serena, prácticamente irradiaba satisfacción. La forma en que Lilah le había mostrado respeto delante de toda esa gente alimentó su ego de la manera más increíble. Se sentía victorioso, querido y completamente mimado, todo al mismo tiempo.
Paseaban juntos por la avenida arbolada del campus, conscientes de las innumerables miradas que seguían cada uno de sus movimientos. La atención continuó hasta que finalmente cruzaron las puertas de la escuela y se subieron al elegante coche de Cole que esperaba en la acera.
Cole había venido solo ese día, sin ningún asistente cerca ni guardaespaldas a su lado. Para alguien de su riqueza y estatus, viajar sin un equipo de seguridad completo era algo casi inaudito.
Pero a Elliana no le sorprendió en absoluto. Al fin y al cabo, Cole era el legendario Blaze Wraith. Sus habilidades de combate eran tan excepcionales que tenía plena confianza en su capacidad para manejar cualquier situación por sí solo. Cualquier desafortunado delincuente que intentara robarle acabaría magullado y golpeado en el pavimento. Su habitual séquito de asistentes y guardias de seguridad no era más que un impresionante espectáculo para el público.
Sin su séquito alrededor, su cita podía parecer una experiencia real e íntima.
Una vez que se acomodó en el asiento del copiloto, Elliana se abrochó el cinturón de seguridad y se volvió hacia Cole con una expresión de perfecta y dulce sumisión.
Continúa tu historia en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 con contenido nuevo
Cole ya se había abrochado el cinturón al volante, pero cuando la miró, esas gafas de sol oscuras seguían firmemente colocadas en su rostro. Eran solo una declaración de moda. Intentaba desesperadamente ocultar los signos reveladores de una noche completamente en vela: las ojeras y los ojos inyectados en sangre que delataban inmediatamente lo mucho que había estado pensando en ella.
Elliana lo observó atentamente durante un momento, con la cabeza ladeada por la curiosidad. —¿Por qué sigues llevando esas gafas de sol? —preguntó inocentemente.
Lo último que Cole iba a hacer era confesar la vergonzosa verdad y darle a ella la munición perfecta para burlarse de él. Emitió un sonido desdeñoso. —¿Qué, estás tan ansiosa por contemplar mi rostro devastadoramente atractivo? Pues mala suerte. Ahora mismo estoy de muy mal humor.
Elliana sintió esa familiar oleada de irritación surgiendo en su pecho. Acababa de besarla apasionadamente delante de todo el alumnado, anunciando esencialmente su relación al mundo, ¿y ahora la trataba con frialdad en cuanto se quedaban solos? No iba a permitir que esto continuara.
Había interpretado el papel de novia dulce y complaciente el tiempo suficiente para la actuación pública. Ahora que estaban a solas, era hora de establecer unos límites claros. No iba a dejar que él pensara que así era como iba a funcionar su relación en el futuro.
.
.
.