Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 882
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Capítulo 882:
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El ritmo familiar entre ellos volvió, y la sonrisa burlona de Damian se suavizó hasta convertirse en una sonrisa torcida y traviesa.
Lance y Jeff se quedaron sentados en silencio, atónitos, inquietos por el extraño comportamiento del guardaespaldas, pero molestos por una extraña familiaridad.
«¡Idiotas!», se rió Damian. «Tengo curiosidad por ver cuánto tiempo tardáis en daros cuenta de quién soy».
La forma en que el guardaespaldas pronunció esas palabras con su tono único despertó recuerdos de la época de Lance y Jeff en Regal Grove. La forma de expresarse, el tono burlón… Nadie más les hablaba así excepto Damian. Jeff soltó, alzando la voz: «Eres Damian, ¿verdad?».
Una sombra cruzó el rostro de Damian. «Mostrad un poco de respeto. Deberíais dirigiros a mí como señor Chapman».
Jeff abrió mucho los ojos. Ahora no había duda: ese hombre era Damian.
Una oleada de alivio y felicidad inesperados inundó a Lance. En aquel entonces, Elliana había despedido a todo el personal doméstico de Regal Grove y se había marchado al extranjero de la noche a la mañana, sin darles oportunidad de reaccionar ni siquiera de saber dónde había ido a parar el personal doméstico contratado originalmente.
Encontrar a Damian en ese lugar les produjo una alegría genuina tanto a Lance como a Jeff.
Lance habló con sorpresa: «¡Nunca pensé que te vería vigilando las puertas de Rosewood Villa! No te pareces en nada al Damian que recuerdo».
Damian se rió entre dientes y se echó el pelo hacia atrás con indiferencia. «¿Qué puedo decir? Trabajar para una rica heredera significa que tengo que tener el aspecto adecuado».
Su risa transmitía la misma picardía despreocupada de siempre.
Lance se inclinó hacia delante, con tono preocupado. «¿Qué hay del resto del personal que trabajaba en Regal Grove? ¿Sabes dónde han acabado?».
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Sinceramente, Lance solo deseaba saber el paradero de Adah. Solo la había visto una vez en Regal Grove, pero el recuerdo de su asombroso cambio, de una simple paleta a una belleza deslumbrante, se le había quedado grabado. La imagen de ella desechando aquellas ropas raídas y despojándose de su máscara tan bien elaborada permanecía grabada en su mente.
Incluso ahora, todavía recordaba cómo Adah se había burlado de él aquel día, acelerándole el pulso. Siempre había deseado tener otra oportunidad de verla, pero cuando todos los empleados de en Regal Grove fueron despedidos, ella desapareció por completo. La familia Norris afirmó que se había escapado durante un tiempo, y nadie parecía saber adónde había ido.
Lo peor era que, cuanto más se intensificaban su preocupación y su anhelo, menos posibilidades tenía de averiguar algo sobre ella. Encontrarse con Damian le parecía ahora la mejor oportunidad que tendría para preguntarle por ella.
Sin tener la más mínima idea de lo que pasaba por la mente de Lance, Damian dijo con naturalidad: «Están todos en Rosewood Villa».
Jeff abrió mucho los ojos. «¿Todos están en Rosewood Villa?».
Trabajar para una familia adinerada no era algo que cualquiera pudiera hacer. Damian podría haber conseguido el trabajo gracias a sus habilidades y a un golpe de suerte, pero la idea de que todo el personal de Regal Grove hubiera logrado tal hazaña parecía imposible. Todo eso no tenía sentido.
Lance se inclinó hacia delante antes de que Damian pudiera decir nada más y preguntó con urgencia: «¿Adah también está aquí?».
«Por supuesto», respondió Damian encogiéndose de hombros. «Somos un equipo. Cuando el líder se mueve, nosotros nos movemos. Siempre ha sido así».
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