Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 749
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Capítulo 749:
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La revelación electrificó la sala. Así que esa era Lilah, la misteriosa estudiante extranjera que se iba a unir a ellos. En un instante, la multitud se giró y la rodeó como si fuera una celebridad perdida hace mucho tiempo.
«¡Así que tú eres Lilah! ¡Te estábamos esperando!».
«Pensaba que tendrías un aspecto completamente extranjero, pero podrías pasar por una de nosotras».
«He oído que tu familia es increíblemente rica. ¿Es cierto? ¿Quién es tu padre?».
Las preguntas llovían como una tormenta: ansiosas, intrusivas, sin aliento. Pero Elliana, Lilah, se mantuvo tan serena como siempre, una figura tranquila en medio del frenesí. Cuando la última voz se apagó, respondió con mesurada elegancia: «Mi familia es originaria de Ublento. No tenemos ascendencia extranjera, así que sí, somos de la misma etnia. En cuanto a mi padre…». Hizo una pausa, con una sonrisa suave pero indescifrable. «Me temo que no puedo decirlo».
El silencio que siguió no fue por decepción, sino por curiosidad. Al fin y al cabo, cuando alguien no podía decir quién era su padre, solo significaba una cosa: no era necesario.
Un murmullo de curiosidad recorrió la multitud como estática en el aire. Las miradas se posaron entre Trinity y Elliana, ahora Lilah, con creciente escrutinio.
«La ropa de Lilah no es tan llamativa como la de Trinity, pero hay algo muy refinado en ella. Ese tipo de elegancia no proviene solo del dinero. Es algo innato».
«Siempre he oído que la verdadera riqueza es discreta, no se preocupa por la ropa como hacen los pseudorricos».
«Trinity y ella no nacieron en la riqueza, sino que fueron adoptadas por familias adineradas. Quizás sus vidas no sean tan grandiosas como imaginábamos. Quizás todo sea solo una imagen cuidadosamente curada».
«Al final, Lilah simplemente parece más noble. No se puede fingir el linaje: o lo llevas en la sangre o no lo llevas».
Los susurros eran bajos, pero Trinity los oyó todos. Y fue la palabra «adoptadas» la que le atravesó el corazón como una daga. Adoptada por la familia Evans. Su hermana, adoptada por la familia Campbell…
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Dos chicas criadas en el privilegio, pero siempre atadas al recuerdo de que no eran realmente una de ellas.
Hace unos momentos, Trinity se había bañado en admiración. Ahora, se sentía vulnerable y humillada, con su corona deslizándose por segundos. La vergüenza se convirtió en rabia. Quería deshacerse de Lilah tal y como Wanda había hecho con Elliana.
Desde que Wanda utilizó la influencia de la familia Campbell para eliminar a Elliana, las violentas intenciones de Trinity se habían intensificado, ya que deseaba borrar a cualquiera que no le gustara. A su lado, Dylan y Mindy percibieron el cambio. La mirada de Trinity los heló: aguda, peligrosa, apenas contenida.
Desesperado por volver a ganarse el favor de Trinity, Dylan dio un paso adelante y alzó la voz con fingida indignación. —Trinity proviene del poder y nunca lo oculta. Entonces, ¿por qué te muestras tan misteriosa, Lilah? ¿A qué le temes? ¿Intentas engañarnos con todo este numerito de la heredera?
«¡Exacto!», añadió Mindy rápidamente, con voz cargada de sarcasmo. «¿Y qué pasa con la máscara? ¿Estás ocultando algo? ¿O es que te da vergüenza mostrar tu rostro?».
Mientras Dylan y Mindy avivaban el drama, la sala se sumió en un pesado silencio. Las miradas se desplazaron y el aire pareció espesarse con la sospecha, mientras todos se centraban en Elliana, esperando su reacción.
Habían circulado rumores que afirmaban que Lilah procedía de la fortuna de algún magnate extranjero. Pero sin pruebas concretas que respaldaran los rumores, nadie podía confirmar si sus raíces eran realmente tan grandiosas como todos habían especulado. El aire estaba cargado de curiosidad, y las siguientes palabras de Elliana se convirtieron en una especie de prueba.
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