Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 704
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Capítulo 704:
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La frustración aún ardía en el tono de Adah. «¿Así que se supone que debemos quedarnos aquí sentadas y dejar que nos pisoteen?», preguntó, con clara indignación. «Están usando su poder para hacerte daño sin motivo alguno. ¿Por qué deberíamos aceptarlo?».
Elliana se tomó su tiempo, asegurándose de que Adah la entendiera. «Tú y yo hemos pasado por el Delta juntas más tiempo del que puedo contar. Después de todo lo que hemos sobrevivido, esperaría que vieras cómo funcionan realmente las cosas. ¿Por qué sigues sonando tan inocente? Este mundo siempre se ha regido por las reglas de los fuertes. Nunca se ha tratado de lo que está bien o mal».
No era necesario recordárselo a Adah. Ella comprendía perfectamente la verdad. Solo su preocupación por Elliana la empujaba a protestar.
Después de que las palabras de Elliana calaron en ella, Adah se tragó su ira y controló su temperamento. «Elliana, nunca nos hemos cruzado con la familia Campbell. Pero su reputación no es ningún secreto. Todo el mundo sabe lo despiadados que son. Si te han echado el ojo, no descansarán hasta que hayas desaparecido».
Un breve asentimiento de Elliana confirmó sus temores. «Eso es exactamente. La familia Campbell ya debe de tener gente vigilando Regal Grove. Siento que cada día vivo en una cuerda floja. Cualquiera que esté cerca de mí corre el mismo peligro».
Clifton, Kieran, Heather y Damian hablaron al unísono, con voz firme. «No iremos a ninguna parte. Puedes contar con nosotros».
Adah añadió al instante: «Elliana, sabes que te seguiría a cualquier parte. Somos mejores amigas desde que éramos niñas. No hay nada a lo que no me enfrentaría por ti».
La lealtad que la rodeaba llenó a Elliana de gratitud. Su voz se suavizó. «No se trata de valentía. Lo que importa ahora es asegurarnos de que nadie pague el precio por algo que no vale la pena. Tengo responsabilidades más importantes que el amor. Si nos enfrentamos a la familia Campbell, todos los esfuerzos que he dedicado a construir Thorn Rose podrían desmoronarse por un solo error».
Tras un momento de silencio, Elliana se expresó con total claridad. —No voy a tirar mi vida por un hombre. Hay demasiado en juego.
Sus palabras calaron hondo, recordándoles a todos que la vida era demasiado valiosa como para desperdiciarla. Adah y los demás se dieron cuenta de lo seria que se había vuelto la situación. El verdadero propósito de Elliana nunca había sido el amor ni la venganza. Encontrar a su madre era lo más importante. Años de entrenamiento, misiones peligrosas en el Delta y el nacimiento de…
Thorn Rose: todo había sido por ese único objetivo. Su madre seguía desaparecida. Arriesgarlo todo por un romance fugaz no tenía ningún sentido.
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Cegada por la ira, Adah había perdido la concentración: también tenía que encontrar a su propia madre. La verdad de las palabras de Elliana la devolvió a la cordura.
—¿Qué hacemos ahora, Elliana? ¿Deberíamos irnos de Ublento antes de que sea demasiado tarde?
Con la familia Campbell acercándose, quedarse significaba una muerte segura. El camino más seguro era desaparecer por completo de Ublento, borrar todo rastro de Elliana y empezar de nuevo en otro lugar.
«No hay prisa. Esperemos a ver cómo se desarrollan las cosas. Sinceramente, yo también tengo curiosidad. Quiero ver cuál es el siguiente movimiento de los Campbell. Cuando finalmente actúen contra mí, será el momento de desaparecer de esta ciudad», dijo Elliana.
Elliana miró a sus compañeros. «Recordad, ninguno de vosotros puede revelar su identidad. Nadie debe saber que pertenecéis a Thorn Rose. Los Campbell tienen influencia en todas partes. Una vez que abandone mi identidad como Elliana, la etiqueta de Thorn Rose será nuestro escudo más seguro».
«Entendido», respondieron Clifton, Kieran, Heather y Damian al unísono.
Elliana se levantó y subió las escaleras. —Adah, ven conmigo. Tengo algo para ti.
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