Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 695
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Capítulo 695:
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«¿Hola? ¿Elliana?».
Un viento débil crepitaba en el auricular. Elliana, que acababa de salir del cementerio, se dirigía hacia el extremo más alejado de Blehstin. El cansancio se apoderaba de ella, pero su mente seguía volviendo a Cole.
No perdió tiempo. «Rubén, dime, ¿cómo está Cole?».
Hubo una pausa. Rubén parecía inseguro. «Elliana, ya está despierto, pero hay algo que debes saber…».
Al percibir la vacilación en la voz de Rubén, Elliana lo tranquilizó: «Rubén, pase lo que pase, necesito saber la verdad. Podré soportarlo».
Él le contó todo con la mayor sencillez posible, y sus palabras terminaron con un tono sombrío. «Elliana, lo recuerda casi todo, incluso ha inventado recuerdos que nunca sucedieron. Pero a ti… no te recuerda en absoluto».
Exhaló profundamente.
«Elliana, por favor, no dejes que esto te rompa el corazón. Si él todavía confía en mí, hay esperanza. Yo mismo le hablaré de ti, para que entienda lo que significaste para él».
La voz de Elliana fue firme y repentina. «Rubén, no hagas eso».
Su confusión era evidente. «¿Por qué no? ¿Estás enfadada con Cole por esto?».
La línea se quedó en silencio mientras Elliana buscaba una respuesta.
—Ruben, quizá deberíamos dejar que las cosas sigan su curso natural —dijo Elliana al teléfono.
Una mirada de confusión se dibujó en el rostro de Ruben. —Elliana, ¿no fuiste tú quien dijo que aunque Cole te olvidara, no te irías? Prometiste que lo perseguirías y lo harías enamorarse de ti como antes. Pero ahora parece que ya no estás tan dispuesta a ir tras Cole.
Con una sonrisa amable, Elliana respondió: «Ruben, lo que quiero decir es que, por ahora, voy a dejar que las cosas sigan su curso. Cole acaba de recuperar la conciencia y tengo que asegurarme de que no hay más problemas de salud. Además, la verdad es que me interesa bastante la chica de la familia Campbell».
Elliana se preguntaba qué tipo de persona sería esa chica Campbell, capaz de dejar una huella tan profunda en la mente de Cole como para que él quisiera casarse con ella tras despertar del letargo provocado por el tratamiento contra la psiquefrenia. La tercera inyección podría haber creado nuevos recuerdos, pero estos seguían basándose en los que ya existían. Tenía que haber una conexión real entre Cole y esa chica Campbell. Quizás los dos habían sentido algo el uno por el otro en el pasado, y la tercera inyección solo había intensificado esos sentimientos.
Elliana tenía que admitir que sentía celos. Muchos celos. Él se despertó y no la recordaba, pero decidió casarse con esa chica Campbell. ¿Significaba eso que ella nunca había sido la persona que él realmente quería, y que siempre había sido esa chica Campbell a quien más amaba?
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Mientras Elliana se sumía en sus pensamientos, Rubén tomó la palabra. —Elliana, ¿conoces a la familia Campbell de la que Cole habla tanto?
—No, la verdad es que no —respondió Elliana con sinceridad.
Entre todas las familias conocidas de Ublento, ninguna se llamaba Campbell. Sin embargo, el director del mundialmente famoso Sun Group se llamaba Arthur Campbell. El poder en el mundo financiero pertenecía al Sun Group, que no tenía rival en ningún lugar. Ninguna organización ni familia se atrevía a desafiar su dominio, y su líder, Arthur, tenía una reputación que inspiraba respeto y temor.
Generaciones de la familia Campbell habían construido un legado que se remontaba a siglos atrás, con rumores de sangre real y raíces profundamente arraigadas en la historia. El Grupo Sun siempre había pasado de un Campbell a otro, expandiendo su alcance por todo el mundo. Un solo movimiento del Grupo Sun podía cambiar el curso de la economía mundial, o al menos eso decían las historias.
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