Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 675
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Capítulo 675:
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No hicieron falta más palabras. Cole se inclinó y la besó profundamente, dejando que sus sentimientos hablaran por él. Ahora que entendía lo que simbolizaban los colibríes, incluso sus cantos parecían haber cambiado. Cada uno de ellos llevaba una melodía que hablaba de amor constante.
Mientras tanto, en el segundo piso de la mansión, Rubén se encontraba de pie junto a la ventana, observando a la pareja que se abrazaba con ternura. Dejó escapar un suave suspiro. «Ah, la juventud…».
De pie junto a Rubén, Jarrett mantuvo la mirada fija en la pareja mientras sus pensamientos se remontaban veintisiete años atrás. La juventud era realmente preciosa. Él también había sido joven y había amado a una mujer con todo su corazón.
Jarrett y Sophie se habían conocido en Wtroqix. En aquel entonces, él no era más que un ingenuo estudiante de intercambio. Para él, ella parecía un hada de otro mundo, de una belleza conmovedora, envuelta en misterio, y le había robado el corazón en un instante. No sabía nada de dónde venía ni de los secretos que guardaba, pero nada de eso le importaba. Se había enamorado de ella por completo y sin dudarlo.
Y, gracias a Dios, ella correspondió a sus sentimientos. Por naturaleza, era fuerte y decidida. Podía defenderse en cualquier pelea. Sin embargo, con él se volvía dulce, su voz siempre era suave y nunca levantaba el tono.
Locamente enamorado de ella, la había llevado a su casa sin dudarlo, ignorando todas las protestas de su familia y convirtiéndola en su esposa. Por él, ella había renunciado a todo lo que tenía fuera de su hogar, dedicándose por completo a su vida juntos, a él y, finalmente, a su hijo. Su amor era tan profundo que cada uno se convirtió en el centro del mundo del otro.
Ahora, sin embargo, ese centro faltaba en su vida. No podía evitar preguntarse si volvería a ver a Sophie. Estaba perdido en una ola de nostalgia y dolor cuando el repentino golpe de un bastón contra su pierna lo sacó de sus pensamientos.
Jarrett parpadeó y se volvió hacia Rubén. «¿Papá? ¿Qué ha sido eso?».
El rostro de Rubén se ensombreció y sus palabras denotaron irritación. —¿Cuánto tiempo piensa quedarse tu madre en esa villa? ¿Va a abandonarme para siempre? ¿O se ha escapado y ha encontrado a otro que le haga compañía?
Ver a la joven pareja había despertado claramente en Rubén un antiguo anhelo por su esposa.
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Jarrett no pudo evitar reírse. —Papá, ¿qué estás diciendo? Mamá nunca te dejaría. Solo necesita descansar un poco y recuperar fuerzas allí. Si tanto la echas de menos, ¿por qué no vas a visitarla?».
Un ligero rubor se extendió por el cuello de Rubén mientras enderezaba los hombros en señal de desafío. «¿Echarla de menos? ¿Por qué iba a echar de menos a esa vieja? Ahora está toda arrugada. Si echara de menos a alguien, ¡sería a alguna joven y guapa!«
Jarrett se limitó a sonreír sin revelar los pensamientos de su padre.
De vuelta en la playa, el largo y apasionado beso finalmente llegó a su fin. Cuando Elliana levantó la cara, sus mejillas brillaban y se encontró con la mirada firme de Cole. Con voz seria, dijo: «Cole, necesito que hagas algo conmigo mañana. Algo doloroso, pero alegre».
¿Doloroso, pero alegre? Cole dio vueltas a esas palabras en su cabeza. Su mente no tardó en divagar hacia la intimidad. Elliana fue quien sacó el tema de tener un hijo. Esa misma mañana, en medio de sus encuentros íntimos, ella había gritado, un grito agudo de dolor que la hizo apartarlo. Le había costado todo lo que tenía —palabras suaves y manos delicadas— calmarla hasta que finalmente se relajó y se fundió con él. Y después, todo había sido perfecto. Había sentido una profunda satisfacción y ella estaba radiante, disfrutando claramente de su cercanía.
Nunca pensó que ella querría más tan pronto. ¿Ya se sentía deseándolo? ¿Ya estaba hambrienta de su tacto? Una sonrisa se dibujó en su rostro.
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