Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 628
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 628:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Una tormenta de celos se desató alrededor de Cole, haciendo que el interior del coche se sintiera tenso y sofocante.
Elliana miró de reojo a Cole. Su costumbre de aferrarse a ella con tanta posesividad rayaba en lo ridículo. El hecho de que se hubiera puesto celoso de Jeff, un niño de ocho años, ya era absurdo, y ahora estaba enfadado por unos hombres que ella se había sacado de la manga. Si estaba tan decidido a cocerse en su celos, más le valía avivar el fuego y verlo retorcerse.
Una sonrisa pícara se dibujó en sus labios mientras se recostaba en el asiento.
—Tengo una lista muy larga de chicos con los que he estado —dijo, con cada sílaba impregnada de picardía—. A algunos los mantuve durante días, a otros solo durante horas, dependiendo de su encanto y su capacidad para complacerme. Sinceramente, he perdido la cuenta.
El rostro de Cole se ensombreció al asimilar sus palabras.
Encontrando todo aquello muy entretenido, redobló sus esfuerzos por inventar historias.
«Si realmente me pides que haga cuentas, bueno, no sabría decirte con certeza. ¿Quizás cientos? Podrían ser miles a estas alturas», dijo, dejando que una sonrisa pícara se dibujara en sus labios. «Nadie se acercaba a tu nivel de riqueza o atractivo, pero, sinceramente, todos aportaban algo especial. La vida necesita un poco de variedad, ¿no?».
Se inclinó hacia él y le susurró:
«¿Quieres saber qué te diferencia de ellos? Me he acostado con todos ellos. Tú eres el único con el que aún no me he divertido de verdad».
Cole apenas podía contener su ira, y sus palabras salieron como un gruñido.
—Elliana, si no te callas, te juro que te retorceré el cuello antes de que salgamos de este coche.
Ella no le dio la satisfacción de reaccionar.
—¿Estás de acuerdo en ser mi amante, que va y viene cuando yo quiero? Solo dame una respuesta clara.
—Está bien —respondió Cole con tono seco.
Historias exclusivas en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 de acceso rápido
Eso borró la sonrisa de satisfacción del rostro de Elliana. Se quedó rígida, atónita por su inesperada aceptación. No tenía sentido. Seguro que se daba cuenta de que ella lo estaba provocando, así que ¿a qué demonios estaba jugando al decir que sí?
Su mente aún intentaba asimilarlo cuando él extendió la mano y le agarró la barbilla, obligándola a mirarlo a los ojos.
Le susurró deliberadamente
—No me importa ser tu hombre mantenido. Pero yo pongo las reglas. Quiero toda tu atención. Eso significa que solo me mirarás a mí y a nadie más durante el tiempo que dure nuestro acuerdo. Tendrás que acercarte a mí al menos una vez al día. Y si…
—Si tan solo miras a otro chico mientras nuestro acuerdo siga en pie, me aseguraré de que te arrepientas. No me pongas a prueba.
Elliana no tuvo tiempo de pensar en una respuesta. Cole ya estaba buscando un bolígrafo y un papel, y los sacó de la guantera sin perder el ritmo. Su letra se deslizó por la página, nítida y decidida, mientras garabateaba sus condiciones sin dudar.
En poco tiempo, un acuerdo apareció en su regazo.
«Firma ahí y el trato entra en vigor. Me mudaré a Regal Grove esta noche y asumiré el papel. No tendrás que pagar nada. De hecho, yo te pagaré. Diez millones cada vez que tengas sexo conmigo».
.
.
.