Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 627
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 627:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Enmarcando sus mejillas con ambas manos, la miró con ternura innegable en los ojos.
«Pero ahora las cosas son diferentes. Eres Milena, la única persona con el poder de curarme. Eres Death Thorn, alguien lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a mí en igualdad de condiciones. Te quiero aquí, a mi lado, en cada momento de mi vida, sin importar los obstáculos que se interpongan. Estoy dispuesto a compartirlo todo contigo».
El corazón de Elliana se encogió. Este era el momento que había estado esperando. La razón por la que había aceptado el divorcio tan limpiamente, sin discusiones ni preguntas, era para obligarlo a llegar a este punto exacto: darse cuenta de que no podía, ni debía, ocultarle nada. Por fin la entendía.
Pero ella no estaba preparada para perdonarlo. Todavía no. Apenas había pasado una semana desde su divorcio. La lección no había sido lo suficientemente dolorosa y su arrepentimiento aún parecía demasiado reciente, demasiado incierto. Si volvía a caer en sus brazos ahora, él pensaría que su perdón era barato. La gente no valora lo que no tiene que luchar para conseguir.
Ella haría que se ganara su perdón hasta que la lección se le grabara en los huesos.
Respiró hondo para calmarse, colocó las manos sobre su pecho y se alejó un poco de él. El tono de su voz se volvió gélido.
—Antes estaba dispuesta a afrontar cualquier cosa contigo, pero tú me echaste a la basura. Ahora que estamos divorciados, ¿por qué demonios iba a volver a pasar por un infierno contigo?
Mientras hablaba, se deslizó de su regazo.
—No puedes arreglar algo que tú mismo has destrozado y fingir que nunca se ha roto, Cole. Me abandonaste. No olvido cosas así. No voy a volver a casarme contigo.
Pero a pesar de sus duras palabras, no salió del coche. En cambio, se acomodó en el asiento junto a él, alisándose deliberadamente el pelo y arreglándose la ropa. Luego ladeó la cabeza, con un brillo malicioso en los ojos.
—No tengo intención de volver a casarme contigo, pero eres agradable a la vista y ricísimo. Quizá podrías ser mi mascota. ¿Qué te parece, Cole? Mi propio hombrecito, ahí cuando te necesite y fuera cuando no.
Atónito, Cole solo pudo quedarse mirándola boquiabierto. La idea de que lo mantuviera para su diversión, como un mero adorno o una distracción, lo desequilibró por completo.
Disponible ya en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m con sorpresas diarias
Se produjo una pausa incómoda entre ellos hasta que Cole soltó una breve risa incrédula.
—Estás bromeando, ¿verdad?
Ella respondió con un encogimiento de hombros indiferente, sin inmutarse.
—No es ninguna broma. Ahora estoy libre. Ya no estoy atada por el matrimonio. Puedo hacer lo que quiera, con quien quiera.
Quiero. Podemos llegar a un acuerdo, si quieres. Tómelo o déjelo. Pero no se ponga demasiado cómodo. Podría echarlo a la calle y encontrar un nuevo juguete mañana.
Con la barbilla levantada, lo miró a los ojos con aire de suficiencia. «El compromiso nunca ha sido lo mío. ¿Por qué conformarse con un solo sabor cuando el mundo ofrece tanta variedad?».
Palabras como esas, despreocupadas, salvajes, sin remordimientos, hicieron que un calor repentino recorriera el rostro de Cole, que apretó la mandíbula en respuesta. Sabía que ella solo intentaba provocarlo, pero, maldita sea, estaba funcionando. Estaba furioso.
La clavó con una mirada oscura y peligrosa, y sus labios se curvaron en una mueca de desprecio. «¿En serio? Parece que tienes mucha experiencia. Dime, ¿a cuántos hombres has tenido? ¿Quiénes eran? ¿Todos me superaban en dinero o en apariencia? ¿O solo coleccionas trofeos?».
.
.
.