Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 584
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Capítulo 584:
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Con los gritos de Kiara aún resonando detrás de ella, Elliana aceleró el motor y desapareció por la carretera.
Regal Grove pronto apareció en el horizonte y, después de aparcar, Elliana se dirigió directamente a su habitación y marcó el número del misterioso proveedor.
El corazón de Elliana latía con fuerza contra sus costillas mientras agarraba el teléfono con dedos temblorosos. Durante quince años, el misterioso contacto que controlaba el sustento de Jones Pharmaceuticals había cumplido los deseos de su madre sin vacilar. Ese compromiso inquebrantable revelaba algo más profundo que los negocios: revelaba un vínculo profundo que trascendía la lealtad ordinaria. Solo alguien que tuviera a su madre en tan alta estima podría mantener tal dedicación durante tantos años. ¿Qué tipo de relación habían compartido?
El alma de Elliana ansiaba cualquier fragmento de información que este misterioso contacto pudiera tener sobre su madre.
Su pulso se aceleró cuando se conectó la línea y una voz cálida y masculina la saludó. —¿Hola?
La rica voz de barítono transmitía el peso de la mediana edad y la experiencia. —Hola, soy Elliana —dijo ella, con la voz entrecortada a pesar de sus esfuerzos por parecer serena.
Se produjo un silencio entre ellos antes de que surgiera una suave risa, cargada de años de emociones reprimidas. —He esperado quince años esta llamada. Por fin.
Las palabras golpearon a Elliana como un golpe físico. La emoción la invadió en oleadas, las lágrimas se acumularon en el rabillo de los ojos y se le entrecortó la respiración. Sin su madre a su lado desde que tenía cinco años, había pasado toda una vida de penurias, pasando innumerables noches anhelando el regreso de su madre. Ahora, por fin había descubierto un hilo que la conectaba con esa parte perdida de su corazón. Aunque su voz le resultaba desconocida, algo en su cadencia la envolvió como un abrazo inesperado.
«¿Puedo preguntarle… qué relación tenía con mi madre? ¿Dónde está ahora? ¿Está bien? ¿Por qué no ha vuelto a buscarme?». Las preguntas salieron de sus labios antes de que pudiera detenerlas, quince años de preguntas desesperadas derramándose en un solo suspiro.
—Me llamo Dobbs Aston. En su día fui un paciente terminal de cáncer. Tu madre me salvó la vida. Le prometí servirla con lealtad inquebrantable mientras viviera —respondió él, con un tono que denotaba la reverencia de un hombre que habla de algo sagrado.
Hizo una pausa antes de continuar: —Me temo que no puedo ayudarte a responder tus preguntas sobre tu madre. No tengo ni idea de dónde está. Antes de que el incendio de la familia Jones lo consumiera todo, ella intuyó el peligro que se avecinaba y…
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«Me ordenó que suministrara hierbas medicinales a Jones Pharmaceuticals con regularidad para obligar a Darin a criarte. No me dijo nada más sobre sus planes».
Su voz se volvió más suave, más íntima. —Sus instrucciones fueron explícitas: me prohibió ponerse en contacto contigo o interferir en tu vida. Me dijo que el día que te pusieras en contacto conmigo sería la señal de que por fin estabas preparada. —Ahora sus palabras estaban teñidas de una sonrisa cálida y paternal—. Y aquí estás. Estoy seguro de que, dondequiera que esté, se sentiría muy orgullosa de saber que te has convertido en una persona tan fuerte y capaz.
Las lágrimas trazaron surcos plateados por las mejillas de Elliana mientras sus palabras se asentaban en su corazón. Sus revelaciones traían consigo una decepción aplastante y una esperanza titilante. El paradero de su madre seguía siendo un misterio, pero saber que su madre había orquestado planes para su bienestar, que se había preocupado lo suficiente como para preparar este momento, alivió la herida abierta que había supurado en su pecho durante quince años.
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