Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 525
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Capítulo 525:
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Sonrió a su reflejo, satisfecha con el resultado, y luego corrió hacia su armario. Hoy no era un día cualquiera. Se había comprado un vestido floral de tres millones de dólares solo para este momento. Alrededor de su cuello colgaba un collar de diamantes de diez millones de dólares. Brillaba.
Dio una vuelta ante el espejo, comprobando cada ángulo. Con cada mirada, se sentía más como una reina. Finalmente satisfecha, bajó las escaleras flotando como una princesa que entra en un baile. Arriba, se había preocupado por cada detalle. Pero una vez que llegó al rellano, lucía la elegancia de una socialité: elegante, natural y aparentemente indiferente a las críticas que se avecinaban.
Había imaginado que bajaría entre exclamaciones y aplausos. Pero solo eran las seis de la mañana, demasiado temprano. La casa aún dormía, excepto el mayordomo y algunos empleados en la sala de estar. En cuanto la vieron, empezaron a llover los cumplidos.
—Buenos días, señorita Craig. Está absolutamente radiante.
«Ese vestido es divino. ¡Y el collar! Tu maquillaje es impecable».
«He oído que hoy bajan las notas del SAT. Está claro que te has vestido para la ocasión».
Disfrutando de su admiración, Trinity se sentó en el sofá. Sonrió con delicadeza. «Oh, no es nada. Me he puesto lo primero que he encontrado».
Nadie le creyó, pero tampoco nadie la contradijo. Era una estudiante brillante y no era ningún secreto que se esperaba que fuera la mejor de Ublento. Vestirse para la ocasión tenía mucho sentido.
Después de unas cuantas palabras amables más, el personal volvió a sus tareas.
Trinity se quedó sentada sola, esperando. Era fin de semana, lo que significaba que toda la familia Evans estaría en casa para presenciar su gran momento.
A partir de las 7 de la mañana, los miembros de la familia Evans fueron llegando uno a uno. Todos los que veían a Trinity repetían los elogios del mayordomo. Ella aceptaba los cumplidos con una sonrisa amable, disfrutando en silencio de la atención.
Cuando llegó Rubén, Trinity se levantó rápidamente y lo saludó. «Buenos días, Rubén».
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Rubén le sonrió cálidamente y se sentó a su lado. Después de elogiar su aspecto, le preguntó en voz baja: «¿Alguna noticia sobre el viaje de Milena a Ublento?». Su principal preocupación seguía siendo el estado de Cole.
Trinity no tenía ni idea de la psiquefrenia. Con alegría, respondió: «No hay cambios. Murray dijo ayer que sigue llegando según lo previsto». Ruben pareció aliviado. «Bien».
En ese momento, Jason bajó las escaleras.
Trinity se puso rígida. El recuerdo de su rechazo volvió a su mente, inundándola de vergüenza.
Pero Jason fue fiel a su palabra. Actuó como si nada hubiera pasado: tranquilo, despreocupado, completamente a gusto.
Su indiferencia le dolía más que cualquier palabra. Solo confirmaba lo que Trinity ya temía: él realmente no sentía nada por ella. La amargura la invadió. Se consoló pensando que, una vez que fuera coronada máxima goleadora de Ublento y la protegida estrella de Milena, él vendría arrastrándose y ella ni siquiera lo miraría.
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