Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 502
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Capítulo 502:
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—Id vosotros. Necesito hablar a solas con Cole —ordenó Rubén.
Bertram y Emmanuel se escabulleron en silencio.
Rubén abrió la puerta con cuidado y entró. Allí encontró a Cole sentado en su silla de ruedas, con el rostro bañado en lágrimas.
La imagen golpeó a Rubén en lo más profundo de su corazón. Cole siempre se había enorgullecido de su fortaleza y rara vez lloraba. Que Cole se derrumbara ahora, Rubén sabía que ese dolor era más profundo que las palabras. La única otra vez que había visto a Cole así fue cuando Sophie, la madre de Cole, se marchó. Ahora, era la marcha de Elliana lo que lo había dejado destrozado.
Ruben se sentó en el sofá junto a Cole y le habló en voz baja. —Si dejar marchar a Elliana te duele tanto, ¿por qué insistes en el divorcio?
Cole mantuvo la mirada fija en el suelo. —Abuelo, ya sabes por qué.
—Por supuesto que lo sé —asintió Rubén con voz suave—. Tienes miedo de que tu enfermedad empeore y acabes haciéndole daño, ¿verdad? Prefieres alejarla antes que dejar que descubra la verdad. Lo entiendo, Cole. Pero eso no hace que sea más fácil verte sufrir así.
Cole apretó la mandíbula, negándose a pronunciar una sola palabra. Los recuerdos lo arrastraban hacia atrás. Solo tenía tres años cuando Sophie había sufrido un episodio violento e incontrolable. Esa noche, se había convertido en alguien irreconocible, intentando matarlo a él y a su padre.
El trauma le había dejado profundas cicatrices que lo atormentaban en sus sueños durante años. Noche tras noche, se despertaba sobresaltado, con el corazón latiendo con fuerza por las pesadillas de las que no podía escapar. Más tarde, Rubén había encontrado un médico que utilizaba la hipnosis para difuminar esos horribles recuerdos.
Con el tiempo, Sophie había recuperado la cordura y la familia se había recomponido. Durante un breve periodo, incluso había saboreado lo que era la felicidad.
Pero todo se derrumbó de nuevo cuando cumplió doce años. Sophie desapareció sin previo aviso y Jarrett se dedicó por completo a buscarla, vagando sin rumbo fijo, sin apenas volver a casa. Se quedó solo para crecer, con la casa resonando con el eco del vacío. Pasó su adolescencia añorando a sus padres, siempre esperando un milagro. Pero Sophie nunca regresó y, con cada visita, Jarrett parecía más derrotado y cansado.
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Finalmente, la salud de Jarrett se deterioró por completo y, con solo diecisiete años, Cole se vio obligado a cargar con el legado de la familia Evans sobre sus hombros.
Ahora, mirando atrás, Cole se daba cuenta de que sus veintisiete años de vida habían estado llenos de dificultades, mucho más que de calidez. Hacía tiempo que se había acostumbrado al aislamiento y al dolor, hasta que llegó Elliana. Ella trajo luz a su mundo, le hizo reír y le ayudó a dejar de lado su actitud distante.
Por un momento, creyó que por fin podría ser feliz, que podría liberarse de la oscuridad. Pero entonces, el tótem de la víbora reapareció, saliendo de sus pesadillas y entrando en la realidad. Recordaba con dolorosa claridad la noche en que su madre se había vuelto loca. Había agarrado un cuchillo ensangrentado y se había dirigido directamente hacia él, con el tatuaje de la víbora retorciéndose alrededor de su muñeca. Esa imagen había atormentado su sueño durante años.
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