Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 493
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Capítulo 493:
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Elliana le lanzó una mirada y replicó con dureza: «Si estás tan decidido a proteger su reputación, Clarence, ¿por qué no das un paso al frente? Adelante, haz la promesa, demuestra la inocencia de tu familia y aclara las cosas. ¿Qué me dices?».
Al instante, la audacia de Clarence se desvaneció. Ni en un millón de años se arriesgaría a hacer una promesa así. Desde niño, Carter le había inculcado que su única misión era reclamar el legado de los Evans. Hacer esa promesa ahora echaría por tierra todos los planes que habían tramado. En ese momento, Clarence decidió que Elliana no era más que un problema, un veneno que quería eliminar de su vida a toda costa.
Una tos seca sacudió bruscamente el pecho de Carter y una salpicadura de sangre manchó sus labios. Antes, nadie en la familia se había atrevido a desafiar su autoridad: su rango como hermano de Rubén siempre lo había mantenido por encima de cualquier reproche. Incluso cuando Irene asumió el cargo de matriarca en funciones, ella se desvivía por complacerlo, por muy duro que fuera. Y Rubén siempre le había permitido salirse con la suya más que a nadie. Pero ahora, Elliana lo había puesto todo patas arriba: azotando públicamente a Derek ante sus propios ojos y acorralándolo con una promesa que él nunca podría cumplir. El dolor de tal deshonra era más de lo que podía soportar.
Después de toser sangre, el cuerpo de Carter casi se derrumbó, tan frágil que necesitaba el apoyo de Clarence solo para mantenerse en pie. Con la voz temblorosa por la rabia, señaló a Elliana con el dedo. —Clarence, no te quedes ahí parado. ¡Haz que pague, rómpele las piernas y tírala al mar!
Carter perdió la cordura. Ya no le importaban las consecuencias. Clarence igualó la furia de su abuelo. Sin dudarlo un instante, gritó con todas sus fuerzas: «¡Guardias!».
La sala de conferencias estalló cuando una oleada de hombres vestidos de negro irrumpió en ella.
Habiendo apilado las probabilidades a su favor, Carter y Clarence estaban listos para demostrar su poder por fin.
Una energía peligrosa crepitó en la sala cuando sus matones contratados centraron toda su atención en Elliana.
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Pero los labios de Elliana se curvaron en una sonrisa cómplice. Era exactamente el enfrentamiento que había estado esperando. Al llevar a Carter y Clarence más allá de su límite, los había obligado a descubrir sus cartas y ahora, con el mundo mirando, nunca podrían justificar su complot. Después de hoy, se aseguraría de que nunca volvieran a amenazar a Cole.
Ni Carter ni Clarence esperaban que Elliana se mantuviera firme con tanta facilidad. La habían subestimado seriamente.
Pero por muy tranquila que se mostrara Elliana, Carter seguía convencido de que su caída era inevitable. Con Cole todavía inconsciente y sin nadie que la apoyara, pensó que su desafío pronto le costaría todo. A un lado, Ruben guardaba silencio, observando cómo se desarrollaba la disputa verbal. De repente, dio un golpe en la mesa y dijo: —Carter. Clarence. ¿Están planeando una toma de poder delante de nosotros?
Tan pronto como Rubén habló, Bertram y Emmanuel se pusieron de pie, y su presencia añadió peso al momento.
Las gafas brillaron cuando Emmanuel clavó la mirada en Carter y Clarence. No encontró palabras, pero su fría mirada no dejaba lugar a dudas sobre su postura.
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