Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 477
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Capítulo 477:
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La ansiedad se apoderó de Rubén. —¿Dónde está Jason? ¡Que alguien encuentre a Jason, ahora mismo!
Sin embargo, nadie sabía dónde había ido Jason. Ni siquiera Bertram, su padre, podía localizarlo por teléfono.
La frustración de Ruben llegó al límite. «Jason sabe todo este caos y, aun así, no ha venido directamente a mí después de regresar a Ublento. ¿Dónde puede haberse metido?».
Después de dar rienda suelta a su enfado, Ruben bajó las escaleras y llamó a Toby Rogers, jefe de seguridad de la familia Evans.
Años de lealtad definían el servicio de Toby, que se había convertido en uno de los ayudantes de confianza de Jason, al mismo nivel que Lanny, aunque sus orígenes eran muy diferentes. A diferencia de Lanny, cuya posición era resultado de un acuerdo de Irene, Toby se había abierto camino a base de méritos propios. Toby se mantenía firme en la política familiar de los Evans, sin ceder nunca ante la autoridad de Irene como a veces hacía Lanny. Él sabía exactamente dónde residía el verdadero poder.
El salón estaba lleno de voces ansiosas mientras el resto de la familia Evans se reunía, cada uno desesperado por obtener respuestas. Se rumoreaba que Cole y su equipo habían sido atacados por los Mercenarios Fantasma en Podgend, pero los detalles seguían siendo escasos.
Lance y Jeff caminaban de un lado a otro, ansiosos por ver a Elliana, pero ella no aparecía por ninguna parte.
Solo Irene no podía importarle menos el estado de Cole, ya que ella era la artífice de la emboscada que le habían tendido. Se hundió silenciosamente en el sofá y se esforzó por mantener el rostro impasible, temiendo revelar sin querer sus acciones.
La inquietud en el corazón de Rubén le impedía ver las emociones de los demás. En cuanto apareció Toby, Rubén ordenó: «Toby, quiero que lleves un equipo a Podgend. Encuentra a Elliana, cueste lo que cueste. ¡Manténme informado de cada paso que des!».
Antes de que Toby pudiera responder, Jeff se irguió de un salto. «Abuelo, ¿quieres decir que Elliana sigue en Podgend?».
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A continuación, Lance intervino con tono alarmado: —Abuelo, ¿estás diciendo que Elliana ha desaparecido?
Solo entonces se dio cuenta Ruben de que había hablado demasiado delante de todos, sin proteger el secreto de la situación.
La intención de Ruben siempre había sido mantener todo en secreto, por miedo a que se corriera la voz sobre la enfermedad de Cole —psiquefrenia— y dañara su reputación.
Un pesado silencio se apoderó de la habitación mientras Lance y Jeff miraban a Ruben, ambos exigiendo respuestas con ojos ansiosos.
La curiosidad superaba a la compasión entre la mayoría de los miembros de la familia. La desaparición de Elliana solo importaba porque llevaba el apellido Evans como esposa de Cole y matriarca de la familia. Los problemas en Podgend eran una mancha que nadie podía ignorar.
Tantos ojos clavados en él hicieron que Rubén se sintiera acorralado. Ocultar la verdad por más tiempo solo provocaría más chismes, pero la honestidad parecía igual de arriesgada.
La tensión se hizo palpable en la habitación, el aire prácticamente zumbaba.
Un sollozo repentino rompió el silencio: la voz de Jeff temblaba. —Podgend es un desastre. ¿Y si le pasa algo malo a Elliana? ¿Tiene dinero? ¿Y si no encuentra comida?
La irritación ya hervía en el pecho de Irene, y su paciencia se agotó al oír los lamentos de Jeff. Jeff había sido una vez su aliado más feroz, siempre dispuesto a defenderla y ponerse de su lado, hablando mal de Elliana con ella. Últimamente, sin embargo, no hacía más que sacarla de quicio. ¡No podía entender por qué ese niño que antes era tan leal se había vuelto tan ferozmente preocupado y defensivo con Elliana!
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