Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 200
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 200:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Cualquier emoción que hubiera quedado en el rostro de Cole desapareció por completo. Apretó el gatillo con el dedo, como si ya hubiera tomado una decisión.
Elliana levantó ligeramente la barbilla, mirándolo a los ojos y estudiando su rostro con precisión. En ese mismo instante, la moneda que tenía en la mano permaneció en equilibrio, lista para salir volando. Se aferró a la vida con todas sus fuerzas. Desde que era niña, incluso en sus días más oscuros, nunca había pensado en rendirse.
Llegar hasta allí había sido una batalla en sí misma. Su madre seguía ahí fuera, esperando a que la encontraran. Donovan aún no le había respondido por qué estaba tan decidido a convertirla en su protegida. Adah estaba en algún lugar de Ublento, esperando su reencuentro. Con tantas cosas por hacer, no podía permitirse morir ahora. Si él decidía disparar, ella atacaría. Dejar que le quitara la vida sin luchar no era una opción. Ningún afecto la impediría defenderse.
Siempre había habido una pregunta silenciosa en su corazón: entre los dos, ¿quién era más fuerte? Por fin había llegado el momento de averiguarlo. Se aseguraría de descubrir cuál de los dos estaba destinado a sobrevivir y cuál no lo lograría.
En el silencio que reinaba entre ellos, parecía que la muerte y la supervivencia se balanceaban en un hilo.
Entonces, sin previo aviso, Cole apretó el gatillo.
En ese preciso instante, la mano de Elliana se disparó hacia adelante, haciendo volar la moneda…
Cole apretó el gatillo. Sin embargo, la habitación permaneció en silencio porque el arma estaba descargada desde el principio.
El brazo de Elliana se había movido hacia adelante en respuesta, pero justo antes de soltarla, la moneda permaneció presionada entre sus dedos. Por más que lo intentara, no podía hacerse daño a Cole. Ya no podía negarlo: amar a alguien conllevaba su propia debilidad. Incluso después de verlo apuntarle con un arma y disparar sin dudarlo, seguía sin poder obligarse a responder.
Una vez que tomó la decisión, cerró los ojos con fuerza, esperando sentir una bala atravesándole la frente.
Pero el sonido nunca llegó. Seguía en pie, completamente ilesa. Sabía lo que había visto. Él había apretado el gatillo.
Continúa tu historia en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c○𝓂 con sorpresas diarias
Entonces, ¿por qué no se había oído ni un solo sonido? Elliana se quedó paralizada por un momento. Luego, abrió los ojos y miró a Cole. Aquel hombre tan irritante sonreía de oreja a oreja. En ese instante, todo encajó. Su pistola estaba descargada. Nunca había tenido intención de dispararle. Solo quería asustarla. No, no era solo para asustarla. La había estado observando, poniéndola a prueba.
Quería saber si realmente intentaría hacerle daño. Y ella, como una tonta, había caído en la trampa. Ahora que sabía la verdad, parecía increíblemente satisfecho.
Cole parecía a punto de estallar de alegría. Sopló suavemente sobre el cañón del arma y dijo con una sonrisa burlona: «Cariño, no pensaba que me quisieras tanto».
Elliana se sonrojó con una mezcla de ira y vergüenza. Sus mejillas se hincharon mientras lo miraba con ira. —¿Que te quiero? ¡No te hagas ilusiones! Se me acalambró la mano, eso es todo. No pude lanzar la moneda ahora mismo. ¡Pero ya está bien!
Justo después de decir eso, le lanzó la moneda.
Cole no hizo ningún movimiento para esquivarla. Simplemente se quedó quieto, con la misma sonrisa en el rostro.
.
.
.