Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1280
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Capítulo 1280:
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Más de diez horas sin comer ni descansar habían dejado a Elliana completamente agotada. Levi la ayudó a quitarse la bata quirúrgica y le secó suavemente el sudor de la frente.
Al salir al pasillo, se encontraron con una multitud de miembros de la realeza nerviosos esperando, con Alianna a la cabeza, la preocupación grabada en cada rostro.
Levi rompió el tenso silencio con una sonrisa.
«La intervención ha salido a la perfección. Hemos eliminado el coágulo de su cerebro y sus signos vitales son estables».
La noticia provocó un suspiro de alivio colectivo. La alegría sustituyó rápidamente a la ansiedad, suavizando todas las expresiones.
Rebosante de gratitud, Alianna tomó la mano de Elliana, con los ojos llenos de lágrimas.
«Dra. Atkinson, gracias desde lo más profundo de mi corazón».
Elliana le respondió con calidez.
«Solo hago mi trabajo».
Mientras hablaba, su atención se desvió hacia un hombre alto y digno que estaba junto a Alianna.
El hombre era guapo y distinguido, con un aire de autoridad tranquila que era imposible pasar por alto, incluso cuando permanecía en silencio con una sonrisa educada y ensayada. No había estado presente durante su anterior reunión con la familia de Howell; estaba segura de ello.
Como si sintiera su curiosidad, el hombre dio un paso adelante y le tendió la mano.
«Kaleb Thompson», se presentó.
«Es un honor conocerla por fin, doctora Atkinson».
Al oír su nombre, el corazón de Elliana dio un vuelco. No esperaba encontrarse tan pronto con nadie de la familia Thompson, y mucho menos con Kaleb, su actual patriarca. ¿Era Kaleb su tío? Al mirarlo más de cerca, descubrió rasgos que le recordaban a su madre, Rita, un parecido demasiado fuerte como para ignorarlo. Quizás las historias de Maxine eran ciertas después de todo.
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«El placer es mío, señor Thompson», respondió Elliana, ocultando su sorpresa mientras aceptaba su apretón de manos.
Kaleb se mostró muy cortés, soltándole la mano y esbozando una sonrisa amable y apologética.
—Por favor, perdone la presentación tan repentina. Espero que mi presencia no la haya sorprendido.
—En absoluto. Es un honor conocerlo. Supongo que hay algo urgente que le gustaría discutir —respondió Elliana con suavidad.
—En efecto —admitió Kaleb con tono sincero—.
Llevo bastante tiempo buscándola. La enfermedad de mi padre requiere su experiencia. Cuando supe que estaba en Yruzias, vine de inmediato. Si está dispuesta, me gustaría que me acompañara a la finca de la familia Thompson.
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