Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1239
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1239:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«A menos que Elliana prefiera Campbell. Eso lo puedo aceptar. ¿Pero Griffiths? Ni hablar».
La sala se quedó en silencio. ¿Campbell? ¿De todos los nombres, ese? La ira se extendió entre los ancianos. Sus rostros se tornaron carmesí.
Cole había tocado un punto sensible, y lo sabía. Los Griffiths y los Campbell habían sido enemigos durante generaciones. Solo mencionar ese nombre era un insulto en sí mismo.
«Tú…», balbuceó Anita, con el rostro pálido de furia.
«¿Cómo puedes decir eso? Si lleva el apellido Campbell, ¿cómo va a poder liderar la familia Griffiths?».
Cole se burló.
—¿A quién le importa liderar la familia Griffiths? Mi hija no necesita a la familia Griffiths. El apellido Evans le abrirá puertas que ni siquiera pueden imaginar. Si Maxine no hubiera suplicado con su último aliento y chantajeado a Elliana con los secretos de Rita, nunca habría aceptado liderar esta patética familia, y mucho menos atar a nuestra hija a ella.
La sala quedó en silencio. ¿Familia patética? Las palabras resonaron, pesadas y crueles.
Cole no había terminado.
—Deberías agradecernos siquiera por considerar dejar que mi hija herede esta colección de fracasos. ¿Y aún así te atreves a exigir más? Qué descarado.
¿Una colección de fracasos? Los ancianos Griffiths temblaban de rabia. Anita parecía dispuesta a golpearlo.
—¡Chico insolente! ¿Un descendiente de los Griffiths comportándose así? —La voz de Anita cortó el aire mientras señalaba a Cole con el dedo.
«¡Qué falta de respeto!».
Cole arqueó una ceja, con una chispa de diversión en los ojos. Si la mujer no tuviera ciento dos años, quizá le habría dicho algo más para irritarla aún más. Pero optó por guardar silencio. No la respetaba a ella, pero respetaba su edad, y eso era suficiente. Aun así, eso no significaba que fuera a ceder. Su determinación seguía intacta.
Úʟᴛιмαѕ ɴσvєɗαɗєѕ en ɴσνєʟα𝓈𝟜ƒαɴ
—Dejadme dejar una cosa muy clara —dijo Cole, con voz tranquila pero cortante.
—Elliana aceptó liderar esta familia solo como una promesa a Maxine, hasta que nuestra hija esté preparada. Eso no los convierte en parte de la familia Griffiths. Si mis palabras os ofenden, elegid a otro líder. A Elliana no le importa el puesto y mi hija no tiene ningún interés en ser la heredera.
Antes de que nadie pudiera articular palabra, tomó la mano de Elliana.
—Vamos a casa a cenar.
¿Cenar? La palabra sonaba extrañamente doméstica, casi fuera de lugar viniendo de él.
Todo el salón quedó en silencio. Nadie se atrevió a moverse. Simplemente observaron cómo Cole se llevaba a Elliana.
Cuando las puertas se cerraron tras ellos, la tensión en la sala se disipó. Todos exhalaron al unísono y todas las miradas se volvieron hacia Anita. En otro tiempo, ella había sido la matriarca; era a quien siempre acudían cuando se desataba el caos.
.
.
.