Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1232
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1232:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Antes, Davin se había puesto en contacto con Elliana y había afirmado ser el protegido de su madre. Una vez que se reunieron, le entregó el Códice Médico y se ganó su confianza. Durante su encuentro, le había sonsacado algunos secretos.
Ahora, Elliana finalmente se dio cuenta de que todo había sido una artimaña. Davin era el hombre de Maxine, y cada movimiento que había hecho había sido bajo sus órdenes.
Si el destino no se hubiera llevado a Maxine tan repentinamente, si un giro del destino no hubiera convertido a Elliana en la nueva líder de la familia Griffiths, ¿cuánto tiempo habría mantenido Davin la farsa?
La idea aún le quemaba por dentro. Elliana siempre se había enorgullecido de su cautela: desde su infancia, nadie había logrado engañarla tan completamente. Sin embargo, Davin lo había hecho. ¿Era por su habilidad o por un error de juicio por su parte? No sabía decirlo.
Sintiendo la mirada de Elliana, Davin inclinó rápidamente la cabeza. Pero sus ojos eran agudos, y su intensidad le revolvió el estómago. Tenía una vaga idea de lo que pensaba, y el miedo se apoderó de él como el hielo. Nunca había imaginado que su secreto se desvelaría tan pronto, ni que la mujer a la que había engañado se sentaría algún día en el trono de los Griffith. La vida, al parecer, daba giros crueles. ¿Lo castigaría ahora?
Cuando el pánico comenzó a apoderarse de él, la voz de Elliana rompió el silencio.
—Eres todo un actor, Davin.
Su corazón dio un vuelco. No sabía si ella estaba furiosa o simplemente se burlaba de él. Esbozó una sonrisa nerviosa, sin saber muy bien cómo responder.
Elliana no era de las que guardaban rencor. Al fin y al cabo, Davin solo había obedecido las órdenes de Maxine. Su comentario era más un suspiro que un golpe, solo una forma de liberar el dolor que aún persistía. Con eso, lo dejó pasar. Tenía asuntos más importantes que atender y una nueva tarea que esperaba por él.
«Davin, tengo entendido que te has encargado de asuntos ceremoniales para la familia Griffiths anteriormente: bodas, funerales, ese tipo de cosas», preguntó Elliana.
Encuentra más en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m para ti
Al ver que Elliana cambiaba de tema con tanta naturalidad, Davin reconoció el gesto por lo que era: no iba a castigarlo por su engaño anterior. Una sensación de alivio lo invadió, silenciosa pero inconfundible. Esbozó una sonrisa profesional.
—Sí. ¿En qué puedo ayudarla?
—Necesito que supervises el funeral de Maxine —dijo Elliana, con una voz que transmitía el inconfundible peso de la autoridad.
«No soy un Griffiths de sangre, y no me crié según vuestras tradiciones. Todavía hay costumbres que no entiendo. Como nuevo cabeza de esta familia, quiero que Maxine descanse en paz con la dignidad que le corresponde, tal y como exige la tradición. Dejo estos preparativos en tus manos».
Davin inclinó la cabeza.
—Considérelo hecho. Le prestaré toda mi atención.
.
.
.