Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1222
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Capítulo 1222:
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Miguel esbozó una leve sonrisa mientras la observaba.
«Bueno, Elliana, ¿ahora confías en mí?».
La expresión de Elliana no revelaba nada.
«No mentías sobre Quentin, está vivo. Pero dime, ¿qué garantía tengo de que realmente lo dejarás ir una vez que regreses sano y salvo a la base de la Alianza Evernight?».
La respuesta de Miguel fue firme.
—Te prometo que lo liberaré. Quentin nunca supo nada importante sobre la Alianza Evernight. Me aseguré de que le vendaran los ojos cada vez que se acercaba a mi base. No tiene ni idea de dónde está, así que dejarlo libre no supone ninguna amenaza para mí. Pero a cambio necesito tu promesa.
Ella arqueó una ceja.
—¿Una promesa?
Él asintió con la cabeza.
—Así es. Sé que no te lo creerías si te dijera que voy a renunciar a mis ambiciones y dejarte en paz. No voy a fingir. Tarde o temprano, volveré a ir a por ti. Cuando llegue ese día, seremos tú y yo. Sin distracciones. Sin ayuda externa.
Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Elliana.
—Eres muy sincero.
Miguel se levantó del suelo y se limpió la sangre del labio.
—Cuando volvamos a encontrarnos, quiero que me prometas que ninguno de los dos se esconderá detrás de otros. Si gano, responderás ante mí, sin discusiones. Si me derrotas, me rendiré y dejaré que decidas mi destino. Ese es el trato que te ofrezco. ¿Estás de acuerdo?
Cole no pudo contenerse más.
—¿Estás loco? ¡No puedes hacer una exigencia tan ridícula! ¡Si crees que vas a salir de esta montaña, estás soñando! ¡Te mataré aquí y ahora!
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Su ira estalló mientras se abalanzaba hacia adelante, pero Elliana extendió una mano y lo detuvo con un firme agarre.
—Cole, retírate. Esta es mi pelea. Yo misma me encargaré de él.
Volviéndose hacia Miguel, sus palabras fueron frías y seguras.
—Trato hecho.
—¡Elliana! —La voz de Cole cortó la tensión, aguda y llena de desaprobación. Se negaba a conceder a Miguel, una amenaza mortal para la seguridad de Elliana, cualquier oportunidad de resurgir. El verdadero alcance de la crueldad de Miguel seguía sin medirse. Si recuperaba sus fuerzas y regresaba, Elliana se enfrentaría a peligros inimaginables.
Como hombre de Elliana, Cole consideraba que era su deber sagrado eliminar esa amenaza, sin importar el costo.
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