Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1181
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1181:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Los labios de Sunny se crisparon. «¿Quién dice que eres su marido? Jeff me dijo que ni siquiera tenéis certificado de matrimonio. Sin eso, ¿qué clase de marido eres?».
Elliana parpadeó, sorprendida. «¿Cuándo conociste a Jeff?», preguntó. Sunny acababa de regresar a Ublento la noche anterior, ¿cómo podía haber conocido ya a Jeff?
Como si lo hubieran llamado por su nombre, Jeff apareció en la puerta, con el rostro tan tormentoso como un trueno. Miró a Sunny con abierta hostilidad. Ignorando por completo a Jeff, Sunny le dedicó a Elliana una brillante sonrisa. «¡Nos encontramos fuera! Ese pequeño calvo ladra pero no muerde. Perdió nuestra discusión y se puso a llorar. ¡Ja, ja!».
Jeff se puso rojo como un tomate. —¿Cómo que he perdido? —gritó, con los puños en las caderas—. ¡Lo que decías no tenía ningún sentido!
Sunny se encogió de hombros, con una sonrisa pícara en el rostro. «¿Quién dice que se necesita sentido común para ganar una discusión?».
«Tú…», balbuceó Jeff, con la voz temblorosa por la ira.
Elliana, completamente perdida, se volvió hacia Paulina en busca de una explicación.
Paulina se inclinó hacia ella y le susurró toda la historia.
Esa mañana, cuando dejó de llover, Jeff se había apresurado a ir al hospital a ver a Elliana. Justo fuera de su habitación, se había topado con Sunny.
Como eran niños, se habían llevado bien rápidamente: charlando, riendo e incluso jugando un rato. Pero todo se había torcido cuando Sunny había anunciado con orgullo que algún día se casaría con Elliana. Esa sola frase había hecho que Jeff perdiera los estribos. Jeff había empezado a criticar todo lo que Sunny decía o hacía, y pronto los dos habían empezado a discutir como perros y gatos.
Jeff, el famoso granuja de la familia Evans, tenía un carácter fogoso. Se había metido de lleno en la pelea, gritando a pleno pulmón.
Sunny, por su parte, se había mantenido frío como el hielo. Por mucho que Jeff gritara, ni siquiera pestañeaba.
«¡No eres más que un mocoso con grandes sueños!», gritó Jeff.
«Eres un idiota», respondió Sunny con tono seco.
Descúbrelo ahora en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 actualizado
«¡Eres tan débil como un pajarito! ¡Podría aplastarte con una sola mano!».
«Eres un idiota».
«¿No te das cuenta de que estás fuera de tu liga? ¿Un enano como tú se atreve a desafiarme?».
«Eres un idiota».
La cara de Jeff se había puesto carmesí de furia. «¡Deja de llamarme así! ¡Te lo advierto, estoy a punto de perder los estribos!».
«Eres un idiota».
«¡Atrévete a decirlo una vez más! ¡Dilo y verás lo que pasa!», rugió Jeff.
«Eres un idiota».
Y así había continuado: Jeff gritando hasta quedarse ronco, mientras Sunny permanecía tranquilo y sereno, como si el caos a su alrededor no existiera.
.
.
.