Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1138
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1138:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Victor, todavía no me has dicho dónde está mi madre», interrumpió Cole, perdiendo la paciencia. Se lo había preguntado desde el principio, pero Victor había evitado responder, optando por contar la historia de la vida de Sophie después de dejar Ublento.
El rostro de Víctor se ensombreció. —Por eso he venido. Se la han llevado. No sabemos si está viva o muerta. He venido a pedirte ayuda para salvarla.
El cuerpo de Cole se tensó. —¿Qué ha pasado?
El tono de Víctor se volvió sombrío. —No hace mucho, un grupo de atacantes desconocidos atacó sin previo aviso. Lo destruyeron todo y se la llevaron. Mi búsqueda me llevó a un lugar: Serpent Fang.
El nombre flotaba en el aire como veneno: Serpent Fang. Era un lugar de sombras en Podgend, gobernado por manos invisibles. Nadie sabía quién lo controlaba realmente, pero una cosa era segura: Serpent Fang era un nombre que infundía miedo.
Los ojos de Cole se endurecieron, con una chispa peligrosa en ellos. Ahora, más que nunca, tenía que encontrar a su madre.
La idea de su madre, cuyo destino aún era incierto, llenó a Cole de un deseo desesperado de correr a Podgend y salvarla. Pero una mirada a Elliana, embarazada y lista para dar a luz en cualquier momento, lo detuvo en seco. No podía alejarse de su lado.
La vida de su madre pendía de un hilo, pero su corazón ansiaba presenciar el nacimiento de sus hijos. Las dos mujeres que lo eran todo para él lo necesitaban al mismo tiempo, y le desgarraba no poder estar en dos sitios a la vez: una parte de él quería correr a rescatar a su madre, y la otra quería quedarse al lado de Elliana.
Al ver el tormento en el rostro de Cole, Víctor suspiró, comprendiendo la imposible elección que tenía ante sí. No se habría atrevido a desobedecer las órdenes de Sophie si no se tratara de una cuestión de vida o muerte.
De los tres, solo Elliana permaneció serena. Se volvió hacia Cole, con voz tranquila y segura. —Ve a Podgend —dijo en voz baja—. Aún faltan dos semanas para la fecha prevista del parto. Volverás mucho antes de que nazcan los bebés.
Cole frunció el ceño. —Pero los médicos dijeron que podrías dar a luz en cualquier momento.
𝑁𝑜𝓋𝑒𝒹𝒶𝒹𝑒𝓈 𝓎 𝓂á𝓈 𝑒𝓃 ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c♡𝗺
Elliana sonrió, tranquila y segura. —Yo también soy médico, Cole. Conozco mi propio cuerpo. Aunque ocurra antes de tiempo, podré manejarlo. Mi padre y Milton están aquí, y Adah y los demás están vigilando las veinticuatro horas del día. Estaré perfectamente bien.
Cole admitió que tenía razón. Arthur y Milton habían estado pendientes de ella desde que se enteraron de que estaba embarazada, tratándola como si fuera de cristal. Con la fecha prevista para el parto tan cerca, no querían correr ningún riesgo.
El cuidado de Arthur y Milton hacia Elliana le daba a Cole un pequeño consuelo. Pero, aun así, su corazón no descansaba. Como marido, sentía que debía estar allí cuando ella entrara en trabajo de parto. La idea de perderse el nacimiento de sus hijos lo llenaba de un profundo remordimiento.
Sintiendo su confusión, Elliana le tomó la mano. —No te lo echaré en cara. Tu madre te necesita más ahora mismo. No quiero que vivas el resto de tu vida lamentando haber decidido quedarte a mi lado.
Victor intervino, con urgencia en su tono. «Cole, sé que quieres quedarte para el parto, pero Elliana tiene más protección que la mayoría de las fortalezas. Sin embargo, tu madre solo te tiene a ti. Por favor… debes ir a buscarla».
Cole sabía que tenían razón. Asintió a Víctor, luego se volvió hacia Elliana y le dio un tierno beso en la frente. «Volveré tan pronto como pueda», prometió.
.
.
.