Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1133
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1133:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Estás completamente seguro de que es él?», preguntó Cole.
Myles asintió con la cabeza. Había visto el rostro de Víctor de cerca en Podgend, así que no había posibilidad de equivocarse. «Lo he comprobado. Definitivamente es él. Parece muy alterado por algo y dice que necesita hablar contigo inmediatamente. Dice que no puede esperar».
La respuesta de Cole fue inmediata y decisiva. «Tráelo aquí».
Myles se marchó a buscar a Víctor, mientras Cole y Elliana se acomodaban en los elegantes bancos del pabellón del jardín.
Unos minutos más tarde, Myles regresó con Víctor flanqueado por dos guardaespaldas armados, con expresión vigilante.
Cuando Víctor se acercó al pabellón, inclinó la cabeza respetuosamente en señal de saludo. —Señor y señora Evans, ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vimos.
Tanto Elliana como Cole observaron a Víctor en silencio, fijándose en cada detalle de su aspecto. Aunque solo había pasado un año desde su encuentro en Podgend, Víctor parecía haber envejecido una década entera. Los últimos doce meses habían dejado una huella brutal tanto en su cuerpo como en su espíritu. El hombre que ahora tenía ante ellos se parecía muy poco al que recordaban de su anterior encuentro. Su antigua confianza había sido sustituida por una actitud sombría y deferente, y cada arruga de su rostro curtido estaba marcada por una profunda ansiedad y agotamiento.
Antes de que Cole o Elliana pudieran formular una pregunta, Víctor se adelantó con urgencia, con la voz tensa por la desesperación. —Señor y señora Evans, tengo información crucial sobre Sophie que deben escuchar. Pero, por favor, debemos hablar en privado. Esta información no puede llegar a oídos de nadie más.
La mera mención del nombre de su madre bastó para captar toda la atención de Cole. Su mirada se agudizó al instante y le hizo un sutil gesto con la cabeza a Myles, indicándole en silencio que despejara la zona.
Myles dudó visiblemente, con su instinto protector en conflicto con su deber de obedecer. Víctor era una variable desconocida, alguien cuyas verdaderas lealtades e intenciones seguían sin estar claras.
Disponible ya en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç◦𝓂 con lo mejor del romance
La amenaza seguía sin estar clara: dejar a Cole a solas con Víctor ya era bastante arriesgado, y hacerlo cuando Elliana estaba en avanzado estado de gestación parecía peligrosamente imprudente.
Al notar su evidente preocupación, Cole habló con tranquila autoridad: «No pasa nada, Myles. Puedo encargarme de esto». Al fin y al cabo, él era el legendario Blaze Wraith. Si no podía manejar a un solo hombre como Victor sin refuerzos, no tenía derecho a reclamar ese formidable título.
Aunque claramente reacio, Myles hizo un gesto a los guardaespaldas para que lo siguieran mientras se alejaba a una distancia respetuosa del pabellón. Sin embargo, mantuvo sus agudos ojos fijos en la estructura, observando a Víctor como un halcón y preparado para intervenir ante la primera señal de problemas.
Una vez a solas, Víctor hizo algo completamente inesperado: de repente, se arrodilló ante ellos, con la cabeza inclinada. —Sr. Evans, soy un sirviente de su madre.
¿Un sirviente de su madre? Cole entrecerró los ojos mientras estudiaba el rostro de Víctor en busca de cualquier indicio de engaño. Permaneció en silencio, esperando a oír más.
Elliana fue la primera en romper el tenso silencio, con voz firme. —Si realmente trabajas para Sophie, como afirmas, ¿por qué huiste de nosotros cuando te encontramos en Podgend? ¿Por qué desapareciste en lugar de hablar con nosotros?
Victor levantó la cabeza lentamente y les miró a los ojos con una honestidad que parecía provenir de lo más profundo de su ser. «Estaba siguiendo sus órdenes. Ella no desea que la encuentren ni que se pongan en contacto con ella. Dejó muy claro que no quiere que sepáis nada sobre su situación actual ni su paradero».
.
.
.