Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1094
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1094:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando Irene se dio cuenta de que no había ningún helicóptero privado a la vista y que ninguno de los miembros del equipo de seguridad habitual de Jason estaba presente, su desconcierto no hizo más que aumentar. «Jason, ¿qué haces ahí arriba tú solo? ¿Dónde están todos tus hombres? ¿Y dónde está tu jet privado?».
Jason volvió a girar el teléfono hacia su cara, ignorando por completo todas las preguntas que ella acababa de hacerle. Sus rasgos permanecieron inquietantemente tranquilos y sin emoción. «Taylor se tiró desde este mismo lugar en el que estoy ahora. Allí abajo se extiende una antigua zona salvaje que los lugareños siempre han llamado la «Zona de la Muerte». No hay ninguna posibilidad de que se recupere de esa caída».
Una ola de pánico atravesó el pecho de Irene como agua helada. La expresión de Jason permaneció perfectamente neutra, pero algo mortalmente frío se había instalado en sus ojos que le hizo sentir como si la sangre se le congelara en las venas.
«Dime una cosa, mamá», dijo de repente, con voz suave pero con un tono cortante como una navaja. «Estuviste ahí durante toda la infancia de Taylor. Siempre fue un niño feliz y tranquilo que nunca causó problemas a nadie. No representaba ninguna amenaza para ti. ¿Cómo pudiste encontrar en tu corazón la fuerza para destruir a alguien tan inocente?».
En el momento en que esas palabras salieron de su boca, Irene sintió que su corazón, que latía rápidamente, se detenía por completo. Unos segundos más tarde, volvió a latir con fuerza, golpeando contra sus costillas con puro terror. Todo el color desapareció de su rostro y le pareció que pasaban horas antes de que pudiera articular palabra.
«Jason, yo… No tengo ni idea de lo que estás insinuando».
En su desesperación por ocultar su culpa, lo interrumpió rápidamente antes de que pudiera decir nada más. «Estoy devastada por la muerte de Taylor, ¡pero no tuve nada que ver con lo que le pasó! ¿Cómo puedes culparme por esta tragedia?».
—Ja. —Un sonido breve y amargo escapó de lo más profundo de su pecho. No podía creer que ella siguiera manteniendo esa elaborada farsa incluso ahora. Ella realmente siempre lo había considerado nada más que un tonto crédulo que se creería cualquier historia que ella le contara.
Cuando su fría risa se desvaneció, su voz se volvió dura como el acero forjado. «Mamá, dime si fuiste tú quien implantó ese chip de IA en el cerebro de Taylor».
novelas4fan.com tiene: ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 antes que nadie
Irene se había estado preparando para forzar las lágrimas, lista para montar una actuación desgarradora de inocencia herida, pero sus palabras la golpearon como un golpe físico e . Solo podía mirar su imagen en la pantalla del teléfono completamente conmocionada, con la mente en blanco y sin poder articular respuesta alguna.
Ahora que la máscara que Irene había construido con tanto cuidado finalmente se había desmoronado, Jason dejó de contenerse. Sus ojos se clavaron en los de ella a través de la pantalla con una intensidad inquebrantable.
—Quiero que me expliques algo —exigió—. ¿Cómo acabó exactamente ese chip dentro del cerebro de Taylor?
Un violento estremecimiento recorrió todo el cuerpo de Irene. El terror consumió cada fibra de su ser. No podía entender cómo Jason había logrado ver a través de lo que ella creía que eran engaños perfectamente elaborados. ¿Cómo había podido rastrear la conexión entre ella y el chip que había estado controlando la mente de Taylor? ¿Qué le haría Jason ahora que la verdad finalmente había salido a la luz? ¿Cómo podría lidiar con esto?
Un millón de pensamientos frenéticos se agolparon en su mente como una estampida, pero todos ellos eran completamente inútiles. Jason era demasiado inteligente, su percepción demasiado aguda. Había destruido sistemáticamente hasta el último fragmento de esperanza al que ella se había aferrado desesperadamente.
.
.
.