Su Venganza fue su Brillantez - Capítulo 1030
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Capítulo 1030:
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«Suena maravilloso», respondió Elliana con auténtico entusiasmo.
Pero apenas había pronunciado esas palabras cuando un mareo la abrumó de repente, haciendo que su cuerpo se inclinara hacia un lado.
Cole, que estaba a su lado, la sujetó con reflejos rápidos como el rayo. «¿Lilah? ¡Lilah, respóndeme!».
Elliana permaneció inconsciente; se había desmayado por completo.
«¿Qué le ha pasado?», exclamó Ruben sorprendido. «¡Que alguien la lleve arriba inmediatamente y llame a nuestro médico!».
Cole, igualmente alarmado, cogió a Elliana en brazos y corrió hacia la escalera, colocándola con cuidado en su propia cama.
El médico llegó en cuestión de minutos. Tras un examen minucioso, dio una noticia inesperada: «La señorita Briggs no muestra signos de enfermedad. Está embarazada de tres meses y el agotamiento ha agravado su delicada condición. Es esencial que guarde reposo absoluto».
¿Embarazada? El anuncio dejó a todos los presentes en silencio. Afortunadamente, Ruben había despedido previamente al personal doméstico, dejando solo a él mismo, Cole, Lance y Jeff como testigos.
Una vez superada la conmoción inicial, la alegría pura transformó los rasgos curtidos de Ruben en una sonrisa radiante. Elliana había concebido el hijo de Cole durante su estancia en la isla. Este bebé por nacer representaba un puente milagroso entre las dinastías Evans y Campbell.
Este niño, que podía poner fin a generaciones de amargos conflictos, encarnaba una bendición divina para el legado de los Evans.
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Lance hizo su observación burlona con evidente alegría. «Abuelo, llevas décadas anhelando un bisnieto y ahora el destino finalmente te concede tu deseo más profundo».
La sonrisa de Jeff se amplió hasta límites insospechados. «Esto me convierte en tío, ¿no?».
Al ser testigo de la felicidad pura que irradiaban los rostros de Ruben, Lance y Jeff, Cole finalmente comprendió que todos ellos conocían íntimamente su historia romántica con Lilah, mientras que él, el protagonista principal, lo había olvidado todo.
Estaba perdido. Su amada ahora llevaba su hijo, pero él no tenía ningún recuerdo de sus momentos íntimos juntos. El vacío en su memoria le quitó la alegría de la e e paternidad, reemplazándola con un inquietante vacío. Había creído que su relación acababa de comenzar, que el matrimonio aún era una consideración lejana, pero ahora la paternidad se avecinaba de inmediato. Cole, que solía ser autoritario y perspicaz, parecía aturdido en ese momento.
Ruben recordó de repente algo crucial y se volvió hacia Cole. —Cole, en cuanto al hijo que espera Lilah…
—Los bebés son míos, eso lo tengo claro —le interrumpió Cole con tranquila certeza.
Lance y Jeff intercambiaron miradas de sorpresa.
Rubén preguntó, sorprendido: «¿Has recuperado la memoria?».
Cole miró a Ruben a los ojos, con frustración reflejada en su rostro. «Sigo sin recuperar la memoria, pero Lilah me ha asegurado que los niños que lleva en su vientre son míos. Confío plenamente en ella».
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